Rocío Prieto, natural de Babilafuente, se ha marcado el objetivo de dar a conocer esta disciplina, para lo que ha grabado un documental que verá la luz en verano tras más de un año de trabajo
"Pedí un mes en el trabajo, cogí una cámara y me fui a Dijon". Las ganas de compartir su pasión con el resto del mundo y el empeño por seguir aprendiendo llevaron el año pasado a Rocío Prieto, natural de Babilafuente, a dejar por un mes su trabajo de publicista en Lisboa para grabar un documental sobre la danza libre, titulado Ecoute -'escucha'-. Ahora, su proyecto comienza a ver el final. Hace dos semanas lanzó una campaña de crowdfunding para recaudar el dinero necesario para costear los gastos. Ha sido todo un éxito.
Rocío Prieto es una apasionada del baile desde bien pequeña. En las fiestas de su pueblo se la puede ver bailar en el grupo de bailes charros Manantial, que acompaña las procesiones de San Roque y San Blas y que dirige su hermano Orestes, por el que también descubrió la danza libre y que también enseña. El descubrimiento de la danza libre, una disciplina compuesta de movimientos sencillos en la que se busca la naturalidad y la expresión más espontánea del ser humano, fue toda una revelación para ella. Comenzó a recibir clases y se sumergió a fondo en este tipo de danza apenas conocida en España, empezando tiempo después a impartir clases. Decidió que la danza libre tiene que llegar a más gente, por lo que puso sus conocimientos de publicista al servicio de la causa y emprendió la grabación de un documental que cuenta con Annie Garby como protagonista, la profesora francesa que conoció directamente a François Malkovsky, creador de la danza libre.
El documental es "una muestra de mi curiosidad llevada por el deseo de conocer mejor las incógnitas de la danza libre, un regalo para todos los que danzamos y un homenaje para Annie", según explica la autora. Son muchas las horas que le está llevando hacer el documental, "a veces tantas que ni siquiera sabes cuándo lo vas a acabar". La buena acogida de la iniciativa ha ilusionado a Rocío, que prevé presentar la obra en festivales.
Un año de intenso trabajo
La aventura echó a andar en abril de 2016, tras surgir la idea unos meses atrás, con las grabaciones de las entrevistas en Francia. Rocío residió un mes en casa de Annie Garby, con la que compartió largas horas de charla y aprendizaje, y aprovechó para participar en varios cursos. La grabación no fue sencilla, la barrera del idioma hizo necesario recurrir a una traductora.
Un año después, ha lanzado el vídeo promocional junto a la campaña de crowdfunding, que continuará abierto hasta el 5 de mayo. Los 5.000 euros que pedía en un principio se han visto superados ampliamente gracias al aluvión de mecenas que han contribuido haciendo aportaciones desde 10 hasta 500 euros, sumando más de 7.000 euros. Tal éxito le ha llevado a ampliar el proyecto, destinando el dinero extra a mejorar la calidad visual del documental y a invertir en su promoción y divulgación.
Ahora la mirada está puesta en el verano, cuando espera tener el documental finalizado, aunque reconoce que aún le queda mucho trabajo por delante. Quienes han contribuido económicamente recibirán una copia en DVD del documental y los donantes de mayor cuantía serán nombrados colaborador o productor asociado.
Aquellas personas interesadas en contribuir pueden hacer sus aportaciones en el siguiente enlace: http://vkm.is/danzalibre