Lunes, 13 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Sin cita previa no te atiendo. Y punto
X
LA OPINIÓN DE VIRGINIA MOTA SAN MÁXIMO

Sin cita previa no te atiendo. Y punto

Actualizado 23/03/2017

En el ECyL, sin cita no se atiende, lo mismo da que sea una pregunta de un tema genérico que allí se trata a diario y en cuya respuesta se habrían perdido un par de minutos

Sin cita previa no te atiendo. Y punto | Imagen 1La deshumanización en el trabajo está cada vez más asentada en nuestra sociedad, y Ciudad Rodrigo no iba a ser menos. El obtener información como lo hacían nuestros abuelos está pasando de aquel campechano «pasa, majo» a un «sin cita, no. Y punto».

Y no hablo de que no sean amables, que eso no tiene nada que ver. Conmigo siempre lo han sido. Tampoco de que muestren falta de respeto o educación. A mí no me lo han demostrado, ni siquiera cuando les he dicho, le he dicho, lo mismo que escribo aquí. Se discute mejor con cordialidad, eso no hay quien lo dude. Hablo de facilitar la vida a quien poco entiende de un tema que para el que lo trabaja es de sobra conocido. Y no, no valen las excusas.

En el ECyL, sin cita no se atiende, lo mismo da que sea una pregunta de un tema genérico que allí se trata a diario y en cuya respuesta se habrían perdido un par de minutos. Nada más. Tanto da que no se lleve ninguna intención de que a una le solucionen la papeleta y, menos aún, de vulnerar el derecho de los que están allí, y que sí tienen hora. Es igual que se haga para evitar paseos inútiles a las oficinas cargando, por ejemplo, con los cuatro o cinco papeles que se supone se necesitan y que al final uno se tiene que comer. Y no, que no me digan que me tengo que sentar para mirar mi expediente, porque eso de la burocracia es su pan de cada día. Si no se sabe, creo que ya estamos hablando de otro problema.

Comprendo que, en este caso, en el Ecyl ?porque es el que aquí se trata?, los trabajadores estén viciados por las reglas que se imponen desde los despachos de quien manda. Sin cita, ningún trámite. Suena un poco a Orwell. La mayor parte del populacho no puede hacer más porque la personalidad que hoy impera es la que se aborrega cuando ya se tiene el culo caliente en la poltrona por la que ha luchado el tiempo que sea. En este momento, ríase la gente.

Otra cosa es tener los pies sobre la tierra y procurar que esa deshumanización sea lo más leve posible. El que no se quieran facilitar las cosas con supuestos tan sencillos como responder una pregunta genérica es algo que depende de uno mismo, no de nadie más, da igual en qué nivel de mandato se encuentre y cuáles sean las normas establecidas. No, no hay excusas.

Y eso es precisamente lo que hace que un trabajador sea excepcional. Porque aunque tengamos la mala costumbre de sentirnos afortunados por haber dado con alguien amable, eso no de merecer. Tampoco es ningún acto de honor. Simplemente es lo que hay que hacer, más cuando se está tras un mostrador. Si no, si uno no tiene esa capacidad, es mejor que se dedique a la medicina forense, por ejemplo, donde nadie va a decir ni una palabra.

¿Qué atención al público hay entonces? Ninguna. Somos cabestros sometidos a las decisiones que otros toman, y que al final acaban conformando nuestras propias convicciones, eso sí, con todo nuestro permiso. Sin excusas, porque no hay nadie que obligue a no facilitar, en la medida de lo posible, la vida del otro.

Comentarios...