Y sigue
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Desayunamos con Murcia, cenamos con Soria (ex, no ciudad), comemos con los clásicos (Bárcenas, Rato, Correa)?
Bueno, lo de desayunar, comer o cenar es un eufemismo, que tal y como está nuestra economía, hacer tres comidas al día es un lujo al alcance de pocos.
Desmoralizador. Ciertamente desmoralizador. A pesar del acompañamiento de desayunos, comidas y cenas, sigue sin pasar nada. Sigue la nueve de conformismo ofuscando la realidad del español medio, callado, amodorrado, anestesiado.
Seguiremos criticando, eso sí, en tertulias de bares lo que ocurre. O en la peluquería. O en los intermedios de Sálvame.
Mientras tanto, la Justica se alía con Urdangarín, Blesa o Rato para alimentar nuestra indignación. Indignación que nunca lleva a ser bilis. Se nos va en forma de diarrea por al boca, que es el lugar por donde muere el pez. Y, ya no me cabe duda, lso españoles empezamos a ser peces. Besugos, para ser más exactos.
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