LUMBRALES | Los participantes ataviados con los trajes típicos del Abadengo recorrieron en pasacalles la villa bajo los sones de la gaita y el tamboril
El grupo local de folclore Santa María de Liminares revivió este sábado la tradicional fiesta de Los Barrios, una iniciativa de tantas que ha protagonizado este grupo en favor de la recuperación del folclore tradicional en la comarca del Abadengo, así hasta convertirse hace ya algunos años en todo un referente en este extenso territorio situado al oeste de la provincia salmantina.
La recuperación de la Fiesta de los Barrios, hace ya 15 años, ha sido uno de sus principales argumentos desde su consolidación definitiva como grupo de folclore en el año 2002, aunque su inicio partiría cuatro años antes tras que varias de sus integrantes decidiesen emprender esta labor hacia la difusión y promoción del folclore tradicional charro.
Los orígenes de la fiesta de los Barrios se remontan decenas de años atrás, una celebración que antiguamente discurría la semana anterior al antruejo y con varios días de celebración. Los hombres se tornaban en parte muy activa de un evento en el que primaba la demostración de unidad entre los vecinos de los distintos barrios, el folclore y los atuendos tradicionales, realmente singulares en esta comarca del Abadengo, tanto en los trajes femeninos como en los que portaban los hombres. Entre estos últimos destacaban de manera particular sus sombreros floreados, y entre las mujeres, sus grandes collares, vestidos negros de bordados dorados y sombreros similares a los masculinos, que portaban las mozas o aquellas mujeres en estado de 'buenaesperanza'.
Como recuerda María Carmen Barajas, una de las fundadoras de Santa María de Liminares y actual integrante del grupo, la Fiesta de los Barrios se celebra el Sábado de Carnaval, un único día que discurre entre pasacalles y bailes que recorren los lugares más tradicionales de Lumbrales. Esta representación obtiene como antaño el reconocimiento de los vecinos allá por donde discurren, pues no faltan los convites de obleas, dulces y licores.
En esta nueva edición de Los Barrios el punto de encuentro se producía en el barrio del Alamito, lugar donde las tonadas de Javier Fraile daban paso al baile, charradas y jotas, entre otros, para admiración de sus seguidores, una actuación a la que se sumaba la belleza de sus trajes, algunos de gran laboriosidad y, en su mayoría, con un contenido etnográfico que requiere de un detenimiento especial para su estudio, pues su confección escapa del azar o de los gustos de su autora para conferirle un significado propio y apropiado a quien lo viste.
Tras una nueva excelente interpretación del folclore más salmantino, charras y público tuvieron como colofón en esta nueva edición de la fiesta de Los Barrios una chocolatada para rematar esta extraordinaria jornada casi primaveral.