Escucho.
No es país para niños ?se comenta un artículo de este título, en una emisora de radio. (Un muy expresivo parafraseo de título de película, para aludir al dramático informe sobre la niñez en España, elaborado por la ONG "Save the children", creada en Londre en 1919, "para la defensa y promoción de los derechos de la infancia".)
¿Para quién entonces es este país? ¿A quiénes les pertenece? La ONG "Save the children", en su recientísimo informe sobre la niñez en España, habla de cerca de millón y medio de niños en nuestro país, que sobreviven en una pobreza severa. ¿Esto le preocupa a alguien? ¿Aparece esta terrible realidad en los debates parlamentarios? ¿Hay políticas de atención a nuestros niños?
Leo.
Como una letanía, se van desgranando las cuentas de lo que esta ONG dice sobre los niños y niñas en España:
Uno de cada tres niños en España está en riesgo de pobreza o exclusión social.
La infancia en nuestro país es el grupo que más está sufriendo las consecuencias de la crisis económica y de los recortes en las ayudas sociales.
La educación es la herramienta más poderosa para romper el ciclo de transmisión de la pobreza de padres a hijos.
Y, sin embargo, existe también entre nosotros pobreza educativa, que obstaculiza el proceso de aprendizaje de los niños y condiciona su vida adulta. Y esto ?desde nuestra profesión docente, a lo largo de casi cuarenta cursos? lo conocemos muy bien. Hay alumnos y alumnas que, por motivos de posición social familiar, llegan al centro educativo con "superávit" y que, por ello, saldrán adelante en sus estudios; mientras que otros lo hacen con "déficit". Y es, en este último grupo, donde se va a producir el llamado fracaso escolar con todo lo que trae.
Los trabajadores, los jubilados, los diversos colectivos humanos, laborales, profesionales... de adultos tienen sindicatos, agrupaciones, asociaciones... que defienden sus derechos. ¿Quién defiende a los niños? ¿Qué políticas de inserción social se hacen, para que los niños no fracasen ni escolar, ni vitalmente?
Los niños y las niñas son el más valioso patrimonio de una sociedad, de un país. Son no solo el futuro, sino que, dependiendo de cómo se formen, de cómo vivan, de qué valores adquieran, de cómo perciban la sociedad a la que pertenecen..., dependiendo de todo ello, vamos a tener un tipo u otro de sociedad. Por ello, dejarlos ahí, olvidados, de la mano de Dios, supone una grave irresponsabilidad social.
"Dondequiera que haya niños existe una edad de oro" ?indica el genial Juan Ramón Jiménez, en el arranque de 'Platero y yo', recogiendo un aforismo del poeta romántico alemán Novalis. Pero muchos de nuestros niños ?ese casi millón y medio de ellos, de los que habla "Save the children", están expulsados de esa edad de oro. Y hay que rescatarlos hacia el territorio de la dignidad y de la inclusión y atención social.
¿Estamos abordando de veras los problemas que tienen nuestros niños?
¿Será el nuestro, algún día, un país para niños?
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