Una de las novedades es la delimitación de 21 entornos de los BIC como la Plaza Mayor o el palacio de Monterrey
Proteger y garantizar el patrimonio urbano y arquitectónico, ponerlo en valor y compatibilizar los intereses de usuarios, visitantes y residentes es el principal objetivo del Plan de Gestión de la Ciudad Vieja, presentado hoy por el concejal de Patrimonio, Carlos García Carbayo.
El documento "consensuado y muy trabajado", que parte de un inventario de 717 elementos catalogados en la Ciudad Vieja, ha recibido el visto bueno de la Comisión Técnico Artística Municipal tras 18 sesiones de trabajo. Esta tarde se presentará en el Consejo Sectorial de Urbanismo y Medio Ambiente y después tendrá que pasar por la Comisión de Fomento y por el pleno para ejecutar un plan que exige la Unesco a las Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Salamanca "se convertirá en la segunda ciudad española que cuenta con este plan de protección, tras Ávila", ha destacado el concejal.
Entre las actuaciones, están medidas para actualizar el catálogo arquitectónico y la inclusión de nuevos elementos, como la arquitectura contemporánea y patrimonios menores como portales, esculturas urbanas o comercios emblemáticos. Además de incluir el inventario de 162 intervenciones arqueológicas realizadas desde 1986, el plan establece tres áreas arqueológicas.
Una de las novedades del plan es la delimitación de nuevos entornos de protección de Bienes de Interés Cultural, BIC, con 21 entornos como la Plaza Mayor, el Palacio de Monterrey, la Torre del Aire o las iglesias de San Marcos y Sancti Spíritus.
El plan de gestión también protegerá las vistas desde y hacia la Ciudad Vieja, con zonas de visibilidad preferente en las carreteras de acceso y en zonas como Salas Bajas o el Arroyo del Zurguén.
También propone mejorar las edificaciones y su accesibilidad en la zona de San Cristóbal-Las Claras y un plan sobre pintadas, grafitis, daños de las aves o señalizacion turística, apostando tambien por la peatonalización de la Ciudad Vieja en distintas fases.
Fotos: Alberto Martín