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Miguel de Cervantes interroga a su noche final
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Miguel de Cervantes interroga a su noche final

Actualizado 11/02/2017
Antonio Colinas

¿De dónde vine y hacia dónde irá

ahora mi vida

tras las puertas cerradas,

tras los caminos muertos?

Los caminos no van ya a ningún sitio.

Hoy yo soy el camino.

Hoy ya soy el camino sin camino.

¿Y ahora por qué viene a mis ojos cerrados

el sueño de un paisaje verde y húmedo?

Cervantes: una aldea

allá en el noroeste de todos los olvidos.

Veo vagar los lobos

por la nieve, entre robles y castaños,

no muy lejos de un lago,

donde quizá nacieron, o vivieron, o murieron

¡quién lo sabe!

mis remotos ancestros.

Cervantes: una aldea: ¿el origen

brumoso de mi sangre?

Ya veis que cuando el hombre agoniza

todo es ensueño en él, todo es

alucinación de un cautivo.

¿Y si yo hubiese muerto en Italia?

¿Y si yo hubiese muerto en Lepanto?

¿Y si hubiese muerto en Argel?

¿Y si hubiese viajado a las Indias,

como yo supliqué, en pago a mis servicios?

¡Quizás hubiera sido otra gloria la mía!

Olvidar no he podido la respuesta

que me dieron, y que aún sangra en mis ojos

cerrados: "Busque por acá

en qué se le haga merced".

¿Logra la libertad quien la persigue

con desesperación

o está la libertad durmiendo en nuestros pechos,

esperando a que hagamos germinarla?

¿Y aquella otra frase, en dolor destilada,

la que fue gota de oro,

esencia de mi vida?

¿Cómo era aquella frase que un día escribí?

Porque la libertad, amigos,

porque la libertad, porque?

¿Y para qué tanta inquietud inútil

por tus huesos, malhadado?

¿Por qué aquel griterío de batallas,

de ventas y de cárceles,

tanta cansada barda de mi patria amada,

siempre vagando bajo una lluvia

de cenizas, bajo soles de cal?

¡Y pensar que yo vi los palacios

de Roma y de Florencia!

Nunca olvidé los versos

que en Italia leí: fueron

como una música que todavía arde

en mis labios morados.

Ludovico Ariosto: aquel ritmo

toscano de tus versos

lo murmullo aún

para espantar la Muerte

que ya veo alzada a los pies de mi cama

con su antifaz de niebla:

Le donne, i cavalier, l'arme, gli amori?

Siento frío.

Hermanas: ¿por qué fuisteis

como un desasosiego continuo para mí?

Esposa: ¿por qué no pude estar

más tiempo a tu lado?

Hija: ¿por qué no me bastaba y te bastó

mi amor y tu amor?

Madre: ¿en dónde estás ahora?

¿Voy hacia ti o voy hacia un abismo?

Sin embargo, bien sé que para mí

?en vida y obra?

el amor fue la clave de las claves.

Busquen los que aquí quedan

la gema que se esconde

debajo de gigantes y molinos

de la vida diaria, engañosa.

La vida de un hombre es algo serio

cuando la rigen conciencia y consciencia.

Porque la libertad, amigos, porque?

Sí, ahora ya recuerdo

las palabras exactas que escribí:

"La libertad [?] es uno de los más

preciosos dones que a los hombres dieron

los cielos [?], por la libertad,

así como por la honra,

se puede y debe aventurar la vida".

Siempre hubo una vela encendida en mis noches,

en la noche del ser y del no ser.

Y el nombre de la luz de aquella llama

era sabiduría.

Sabiduría: ¿te encontré y te perdí,

o te logré salvar en mis palabras?

También me gustaba llamarte, a veces, piedad.

Te encontré en mis desvelos nocturnos,

cuando a mi alrededor aullaban

los perros, las tormentas de la envidia.

¿Y de qué me sirvió sabiduría

si ahora, extraviado, no sé a dónde voy?

Quítate el antifaz, Señora Muerte,

y dime a dónde vamos.

¿Florecerán un día mis cenizas?

¿Será posible el eternizarse

cuando llegue el instante vacío,

la hora helada?

En mis pestañas todavía tiemblan

esas brasas amadas

de la sabiduría,

las que aventé en palabras,

en sílabas de luz.

Hoy mismo ofrendaré con humildad

mis libros

?el libro que es mi vida?

al Gran Lector de Vidas.

Siento frío.

Malhadado, ¿a dónde voy?,

¿hacia qué luz o hacia qué abismo?

Sabed, los que quedáis aquí,

que hoy mismo espero estar

en el paraíso

de los pobres.

Participación de Antonio Colinas en la Clausura de la conmemoración del IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. Lectura del poema: MIGUEL DE CERVANTES INTERROGA A SU NOCHE FINAL.

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