Cuando el tren de la vida deja atrás la primer estación, se adentra en un apasionante recorrido formado por decenas de vías distintas, salpicadas de paradas en las que subirán y bajarán compañeros de camino
Este martes con Salamanca RTV al Día quería enseñaros mi reflexión de lo que es la vida a través de unas fotografías de la estación de tren de mi pueblo, Babilafuente.
La vida es como un recorrido en tren en el que puedes tomar distintos carriles, así como desvíos, rodeado de accidentes y con grandes sorpresas, así como caminos profundos y tristes.
Cuando naces, vas acompañado/a de unas personas imprescindibles como son tus padres, es cuando empezamos el recorrido. Nosotros creemos que ellos siempre estarán viajando con nosotros, pero lamentablemente la realidad es que tarde o temprano se bajarán en la próxima estación; dejándonos con sus momentos irremplazables. A pesar de todo esto, nadie impide que otras personas que puedan llegar a ser especiales suban a tu tren. Llegan amigos, hermanos, amores? y cada uno de ellos encontrará su tren de diversas maneras; un simple paseo, lleno de tristeza o lleno de compañerismo. De ellos, unos dejarán su gran ausencia y otros ni me daré cuenta que ocupaban el asiento de al lado.
A veces hay viajeros que por ser los más queridos, se obliga a separarnos de ellos en distintos vagones y cumpliendo el trayecto lejos de ellos. Pero no se obliga a no recorrer tu trayecto con fuerza y encontrarte con ellos. No importa que el viaje esté lleno de dificultades, de sueños, de fantasía? pero nunca habrá regresos; siempre hay que hacer el viaje con la mayor positividad y de la mejor manera posible.
Texto y fotografías: Visi Prieto