Los tratamientos han sido rodenticidas e insecticidas en alcantarillado público y otras actuaciones en edificios de uso público y en privados
El Ayuntamiento realizó el pasado año más de 9.500 actuaciones de control de plagas que se enmarcan en las iniciativas destinadas a la mejora de la salubridad. En 2016, se han desinsectado y desratizado 9.255 registros del alcantarillado público en la ciudad y se han atendido 327 demandas derivadas del servicio de salud pública referentes a avisos de ratas, cucarachas, avispas, pulgas y hormigas.
Los tratamientos de control de plagas efectuados han sido fundamentalmente tratamientos rodenticidas e insecticidas en alcantarillado público y otras actuaciones en edificios de uso público y en edificios privados.
Los trabajos de desratización se han llevado a cabo reduciendo los riesgos toxicológicos para seres humanos, animales domésticos o silvestres, y el medio ambiente en general. Los tratamientos insecticidas en alcantarillado público han tratado fundamentalmente de controlar las poblaciones de cucarachas que son vectores de numerosas enfermedades que afectan a las personas y es una plaga de difícil erradicación debido a su alta capacidad de adaptación a diferentes medios. Destacar que estas actuaciones se realizan a través de la empresa de inserción La Encina, impulsando, de este modo, el empleo de personas en riesgo o situación de exclusión social mediante la incorporación real a un puesto de trabajo.
El Ayuntamiento de Salamanca tiene acuerdos con diferentes entidades de economía social que permiten mantener cerca de un centenar de puestos de trabajo gracias a un presupuesto anual municipal de 1,5 millones de euros.
El empleo es uno de los principales mecanismos de integración constituyendo las empresas de inserción una herramienta eficaz para luchar contra la exclusión social, generando beneficios sociales y económicos. Al mismo tiempo, se han consolidado desde esa perspectiva como motor de empleo local, ya que son empresas con sede en nuestra ciudad.
El Consistorio apuesta claramente desde hace años por la colaboración y el apoyo a estas empresas de inserción como entidades de economía social y vehículos de integración de las personas en situación o riesgo de exclusión social, con el objetivo de dotar a sus trabajadores de la formación, competencias y capacidades para su posterior incorporación al mercado laboral ordinario.