“Todo el amor volcado estos años ha hecho de nuestra carrera una gran obra”

José Antonio Molinero, presidente del Club Deportivo Padre Basabe, es el portavoz y máximo responsable de la organización de la Vuelta Popular San Silvestre de Salamanca, la carrera más importante del calendario provincial. Por eso, sus reflexiones sobre esta 33ª edición son especial pertinentes en esta jornada.

Cumplimos treinta y tres años. Un número apenas puede concretar todo lo que implica una nueva edición de la San Silvestre Salmantina, todo lo que se pone en juego y todo el esfuerzo de tantas personas. En este saludo inicial, quisiera parafrasear a San Ignacio: "El amor se ha de poner más en las obras que en las palabras". Pues bien, todo el amor volcado estos años ha hecho de nuestra carrera una gran obra y mis palabras en este espacio son lo de menos.

Si hablamos de números podemos aludir a un bonito capicúa el 7007, número de dorsales, que un año más bate récords por participación y por la rapidez con que se agotan las inscripciones, gracias a su demanda social. Son unos 500 más que en 2016, en un esfuerzo que pretende hacer coincidir el número de dorsales con el de corredores reales, para que todos los que lo deseen puedan correr. También son más las categorías, 3 nuevas femeninas y 1 masculina, hasta completar las 30 totales de esta edición, para adecuarse mejor a la participación y para que atletas de edades más avanzadas puedan añadir a la satisfacción de participar más opciones de recoger un premio.

Sin duda nuestra San Sil busca mejorar en todos sus aspectos y en todos los detalles que la hacen especial, dando pequeños pasos y recibiendo sugerencias. En la prueba de este año se concretan en un sistema más ágil de entrega de trofeos, que ha reducido su número, para no hacer interminable su entrega y otorgar tres premios por categorías y en el esfuerzo para incorporar unas vallas que además de una mayor seguridad permiten al público seguir con mayor comodidad la llegada y a los atletas sentir el aliento de familiares y seguidores. Otros aspectos han tenido una favorable acogida en el pasado y se mantienen como el recorrido por alguna de las calles más hermosas de la ciudad, o la línea de las camisetas que tuvo muy buena aceptación. Y también todos los eventos paralelos que poco a poco se consolidan atrayendo una participación prestigiosa como sucede con el X concurso de carteles, el XXIII de fotografía, el IV de microrrelatos y el Chip solidario, sin duda el más entrañable y significativo de todos.

Resulta obligado y merece un mayor crecimiento el capítulo de los agradecimientos, a todas las personas que integran nuestra singular familia: voluntarios, corredores, público? y a las entidades y patrocinadores cuya aportación es imprescindible para que todo funcione a la perfección. El apoyo decisivo de los jesuitas en Salamanca y el colegio San Estanislao de Kostka; el trabajo de la Cruz Roja y la Policía Local atentos a cualquier dificultad; al grupo Setel y a todas las empresas colaboradoras, y al Ayuntamiento que no deja de lado la prueba popular de participación y prestigio más masiva de toda Castilla y León.

Estoy seguro que el respeto a las normas y la comprensión ante las dificultades que implica el movimiento de miles de personas en nuestra ciudad presidirán en todo momento una nueva jornada de fiesta deportiva, esta vez el último lunes de 2016.