Texto escrito por el reconocido poeta y periodista brasileño Álvaro Alves de Faria. Saldrá en su página web, que suma cerca de seis millones cuatrocientas mil visitas
El libro 'No Resignación' (Ayuntamiento de Salamanca, Salamanca, 2016), donde se reúne a poetas del mundo que es escriben sobre la violencia contra la mujer, representa un documento de este tiempo de brutalidad casi generalidad en prácticamente todos los sectores de la vida. La Antología de Salamanca, coordinada por el poeta peruano-español Alfredo Pérez Alencart e ilustrada por el pintor Miguel Elías, muestra por medio de la poesía un cuadro casi brutal que envuelve a las mujeres en el mundo entero, víctimas de una tiranía que todavía persiste y, en torno al cual, no todo centran su atención como deberían, especialmente las llamadas autoridades. Lo más lamentable de todo es que el agresor, el criminal que mata y hiere mujeres, quedan casi siempre libres, una impunidad que el mundo de hoy no debe admitir más.
En su introducción al libro, Alfredo Pérez Alencart afirma que la prioridad actual es construir una sociedad más justa e igualitaria. Por ello, es necesario mostrar actitudes públicas de repulsa ante los frecuentes asesinatos y demás agresiones machistas contra las mujeres. Alencart recuerda, con razón, que la violencia machista ocurre en todos los países del mundo y son las mujeres quienes la sufren, no existiendo en esas agresiones distinción alguna de raza, religión, posición social, económica, nivel cultural u opción política. Alencart está en lo cierto, porque los crímenes contra la mujer son hechos por hombres que ven en esa mujer como un objeto que les pertenece, como si él fuese el propietario de la vida de esa mujer y hace con ello lo que bien le apetece. Debe detenerse este cuadro de absoluta estupidez.
En lo que respecta a Brasil -ya que soy brasileño-, la situación es dramática. Y alcanzó tal sesgo dramático que se ha transformado en una herida en este país completamente sin rumbo, de futuro incierto. Investigaciones recientes realizadas por entidades vinculadas a la Ley Maria da Penha, de protección de la mujer, reveló que cinco mujeres son golpeadas cada dos minutos, siendo que, en un 80% de los casos, los agresores son el marido, el compañero o el enamorado. El servicio telefónico de la Policía Militar atendió, en 2015, 749.024 casos de violencia contra la mujer. Brasil se encuentra actualmente en el 5º lugar de los asesinatos de mujeres en el mundo, con 4,8 muertes por cada cien mil personas. De los 4.762 asesinatos de mujeres registrados en 2013, el 50,3% fueron cometidos por familiares, mientras que en el 33,2% el crimen fue hecho por el compañero o ex-compañero. Estos números representan lo siguiente: 13 mujeres son asesinadas cada día en Brasil. El Ministerio de Salud informó recientemente que de los crímenes que envuelve la violencia sexual, el 89% atañe al sexo femenino, incluyendo niñas y adolescentes. Una situación alarmante, con agresores machistas que consideran a la mujer como una propiedad, y matan, como si tuviesen derecho a matar.
Esta antología 'No Resignación' es una Palabra contra esa violencia que no cesa, con hombres incapaces de comprender una vida igual, solidaria. El libro reúne poetas de Brasil, Portugal, Grecia, India, Inglaterra, Irak, España, Chile, Colombia, Italia, Estados Unidos, Ecuador, Israel, Kosovo, Croacia, Argentina, Ghana, México, Bulgaria, Turquía, Indonesia, panamá, Estonia, Perú, Cuba, Japón, Puerto Rico y muchos otros. Una voz de indignación. Una voz diciendo ¡Basta!
¿Qué es lo que podrá la poesía contra esta brutal violencia? Siempre será una palabra que ve en la mujer a un ser igual, que no es diferente. Los hombres violentos poco pueden comprender lo que es la igualdad, lo que es la solidaridad, lo que es la generosidad. En este caso, la poesía se presta para alaertar corazones y mentes sobre una cuestión que debe tener un final. En Brasil, especialmente, se llega a decir que la mujer es siempre la culpable, principalmente en los casos de estupros y hasta en las muertes. En casos de estupros se comenta que la mujer es la que provoca con sus vestimentas. Es decir: se ha llegado a la desfachatez absoluta, en una inversión de valores inaceptables en todos los sentidos. En Paulo, por ejemplo, las mujeres son avisadas sexualmente dentro del Metro y delante de todos, sin que nadie diga nada. Ella, solita, es quien tiene que defenderse. Y al reclamar al guardia de seguridad, apuntando al agresor, so sucede absolutamente nada.
Soy pesimista en relación a casi todo. Pero creo que es necesario construir un mundo nuevo. La palabra de los poetas que participan en este libro es un aliento.
Traducción de Ricardo Izquierdo