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‘Gozos a San Juan de la Cruz, a tres voces’, una composición musical inédita, escrita en Alba ...
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14 DE DICIEMBRE, FESTIVIDAD DE SAN JUAN DE LA CRUZ

‘Gozos a San Juan de la Cruz, a tres voces’, una composición musical inédita, escrita en Alba ...

Actualizado 13/12/2016
Manuel Diego Sánchez

Se trata de una pieza inadvertida para muchas y desconocida que ahora ha sido recuperada y puesta en valor

El 14 de diciembre, aniversario de la muerte (Úbeda, 1591) del gran místico, poeta y compañero de santa Teresa, en Alba tiene una resonancia especial, y no sólo por razones de cercanía a Fontiveros, su pueblo natal, que en el siglo XVI tenía tantas relaciones con la villa, sino porque aquí tenemos el primer convento e iglesia carmelita a él dedicado, esto apenas beatificado (1675); pero además en el archivo de los frailes carmelitas se conserva el mejor códice manuscrito y más completo de sus obras, que no es autógrafo, pero sí una copia muy autorizada del siglo XVII y que pertenecía a la biblioteca ducal; fueron los duques de Alba quienes lo regalaron al convento, del cual son patronos, como bien lo indica el doble escudo de los Álvarez de Toledo en la fachada de la iglesia carmelita.

El superior general de la Orden dotó además al convento con una reliquia insigne del santo de Fontiveros, nada menos que el dedo índice de su mano derecha, en donde se apoyaba la pluma de escritor? Desde el punto de vista artístico no menos está lleno de muestras y recuerdos el convento carmelita masculino de Alba. Una de las últimas intervenciones artísticas fue la de dotar a las hornacinas las esquinas del claustro cuadrado con 8 sargas de escenas de la vida del Santo, esto con motivo del doctorado eclesial (1927), encargadas a la pintora Benita Sáenz de Tejada, y que salen de vez en cuando en publicaciones y medios audiovisiales.

Música albense en honor de Juan de la Cruz

Pues a todo este patrimonio sanjuanista se ha de añadir una composición musical inédita, escrita en Alba de Tormes y que se conserva en el rico archivo musical del convento, hasta ahora muy descuidado y del que ?juzgamos- se debe haber perdido bastante material, pero que aún conserva partituras y libros musicales para servicio del órgano antiguo, como también para ser interpretadas por el nutrido coro de los frailes, puesto que desde la restauración del convento (1877) hasta la década de los 50 del siglo XX en Alba hubo colegio teológico, lo cual aseguraba la presencia continua de un buen número de frailes jóvenes.

Se trata de una pieza inadvertida para muchas y desconocida que ahora ha sido recuperada y puesta en valor. Ya me había advertido de ello Nacho Cotobal y, por fin, he podido encontrarla y salvarla para la posteridad. Porque entre la mucha música compuesta para Juan de la Cruz, ésta tiene el valor añadido de haber sido compuesta por el Maestro Julián Rodríguez González, segundo director de la Banda musical de Alba de Tormes del 1891 en adelante, después del Maestro Santafe, que es el primero del que se tiene constancia. Y, además, el haber sido compuesta en la misma villa, seguramente para el coro y servicio cultual de los frailes carmelitas.

Del Maestro Rodríguez hasta ahora se tenía noticia de una sola pieza de repertorio, una plegaria a la Virgen, a la que se debe añadir en adelante ésta de los "Gozos a San Juan de la Cruz, a tres voces".

Tenemos la partitura original manuscrita con el acompañamiento para órgano o piano, más luego a parte 3 hojas por separado con las partes correspondientes a las voces tiple, soprano y bajo. Lo curioso es que la partitura musical, al final, está fechada (Alba, 27.11.1898) y que en la portada afirma claramente estar compuesta "por Don Julián R.", detalle que se puede identificar mejor debido al sello ovalado personal del autor, colocado siempre al margen izquierdo de cada página y que está presidido por una lira musical y alrededor de ella tiene la inscripción: Julián Rodríguez González, Alba de Tormes. No hay, por tanto, problema de atribución. Aunque sí que habrá que dar con más datos acerca de este director de la banda e ilustre compositor musical.

En la portada de la partitura general, tenemos además la dedicatoria entre paréntesis: A.N.J.C, pero que no logramos descifrar, aunque puede ser sencillamente: A nuestro santo Juan de la Cruz. Pero no es del todo seguro, porque también puede tratarse de una persona amiga o cercana a la que ha querido dedicarle esta primicia de música carmelitana.

Un género musical específico

Suponemos que el texto literario de los Gozos sanjuanistas no es suyo, sino que se lo han pasado los frailes carmelitas, los cuales seguramente son quienes también le han empujado a poner música a este texto precedente. Porque las composiciones literarias denominadas Gozos (o Goigs en catalán y valenciano), eran textos populares en verso de mucho uso en el servicio del culto a los santos, fáciles de retener por la brevedad de sus estrofas y los motivos biográficos o de intercesión milagrera atribuido a dicho santo y que venía recogido líricamente dentro de ellos. Son muy frecuentes estos textos, y no siempre se les ponía música culta a propósito, sino que se cantaban con tonadillas populares muy conocidas; posiblemente estos Gozos de Alba ya giraban entre el público devoto (que sean anteriores) y puede ser que algún día logremos identificarlos dentro del repertorio de aquellos dedicados a Juan de la Cruz (también tiene Gozos la Virgen del Carmen, santa Teresa, san Antonio?). Mientras identificamos la procedencia (tampoco se puede prescindir de la hipótesis que hayan sido compuestos por algún fraile o monja carmelita de Alba de aquel tiempo), transcribo la letra, que no es precisamente muy inspirada, ni hace mucho honor al poeta místico de Fontiveros:

ESTRIBILLO: San Juan de la Cruz glorioso,

Hermosa flor del Carmelo,

Tiende tus pías miradas,

Hacia este mísero suelo.

ESTROFA 1 Cual aroma delicado,

Fue tu ferviente oración.

Por eso, siempre encontraste

Dulce consolación

Que calmaba los dolores

De tu herido corazón.

ESTROFA 2 Está el alma transformada

En los divinos amores

Y no siente las fatigas,

Ni las penas exteriores,

Porque se halla distraída

En los eternos loores.

Circunstancias de esta composición musical

Ya lo hemos dicho antes, en Alba por aquellos años había una comunidad abundante entre estudiantes teólogos y profesores, y seguramente ha sido musicalizado este texto a requerimiento de ellos y para ser interpretado dentro de la novena del Santo, que era el lugar más apropiado (justo después del ejercicio devoto, entre la exposición del Santísimo y el sermón habitual, un espacio pausado que permitía estas interpretaciones más rebuscadas de polifonía sacra). Pero la fecha (mes de noviembre) en que viene firmada la partitura nos sugiere otra hipótesis, dado que está entre medias de la fiesta entonces de san Juan de la Cruz (24 de noviembre, jueves aquel año de 1898), y el recuerdo interno frailuno del aniversario de la reforma carmelitana en Duruelo (Ávila), comenzada precisamente por Juan de la Cruz (28 de noviembre, aquel año lunes).

Esto nos sugiere que la pieza musical en cuestión fue ya interpretada en la fiesta del Santo, titular de la iglesia de los frailes (24 noviembre), y pocos días después el compositor se decide a fijarla en pentagrama con su forma definitiva; o que también la composición e interpretación ha ocurrido durante la velada conmemorativa del aniversario de la reforma carmelitana, adelantada en un día al domingo (27 de noviembre). Lo que sí está claro es que la fecha señalada coincide con los días festivos más cercanos dedicados al recuerdo anual del Santo, siempre en el mes de noviembre, y que por otras razones desde el 1970 ha sido trasladada su fiesta por la Iglesia al 14 de diciembre, como ahora sucede.

No sabemos si el Maestro tenía amistad particular con el superior u otro miembro de la comunidad, que en aquel año precisamente estaba compuesta por estos religiosos: Emeterio de san José, prior; Buenaventura de la Asunción, subprior; luego los otros religiosos sacerdotes: Basilio de Jesús María José, Lino de san José, Simón de la Cruz, Ildefonso de la Reina de los Ángeles, Eulogio de santa Teresa, Pedro de San José. No sabemos los nombres de los estudiantes teólogos, aunque sí los que en ese año hicieron la profesión solemne: Justo de la Virgen del Carmen (6.3.1898), Alejandro del Niño Jesús (Gaspar García Gómez) que era natural de Alba (8.9.1898) y que murió poco tiempo después sin llegar al sacerdocio, en la misma villa (+ 28.11.1900); Eliseo de san José (8.9.1898); Dionisio de santa María y Gregorio de la V. del Carmen (8.12.1898). Todos estos religiosos carmelitas fueron los afortunados en oír (e interpretar) por vez primera estos Gozos a san Juan de la Cruz.

Estos pequeños detalles nos ayudan a valorar esta pieza musical que entra con todo derecho en el repertorio musical albense y que, en contra de lo que pudiera ser más lógico para Alba de Tormes (un canto a santa Teresa?), pues no, resulta que es un canto dedicado a San Juan de la Cruz.

Ya nos gustaría poder volver a escuchar esta pieza musical en el mismo lugar donde se compuso, en Alba de Tormes, y dentro de la iglesia donde se debió interpretar por vez primera, es decir, en la de san Juan de la Cruz de los frailes carmelitas.

Mientras tanto, con este sugestivo recuerdo musical, hacemos memoria de san Juan de la Cruz en este año 2017.

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