Me basta contemplarte para sentir el silencio, la grandeza del hombre que alzó sus ojos y manos, su oficio, para alcanzarlo. Miras el cuadro, cada figura, cada trazo, cada piedra y ves un trozo de cielo, una casa habitada. Está tocada por un ángel cada
Me basta contemplarte para sentir el silencio, la grandeza del hombre que alzó sus ojos y manos, su oficio, para alcanzarlo. Miras el cuadro, cada figura, cada trazo, cada piedra y ves un trozo de cielo, una casa habitada. Está tocada por un ángel cada imagen, también el coro labrado, todo lo que se sostiene bajo sagrado techo y las torres, las que traen la primicia del amanecer y el instante último del ocaso. Hoy tu corazón late con la memoria de los antiguos muros de la vida. Toda la luz acaricia su piel de arena y, por encima, el vuelo circular de los pájaros.
(Jclp)
Interesante 'La Mirada' que trae a SALAMANCArtv AL DÍA (www.salamancartvaldia.es) el fotógrafo Luis Carlos Santiago. Su cámara capta la belleza y el arte del Coro de la iglesia del convento de San Esteban, donde una visitante contempla embelesada la pintura de Antonio Palomino.