“Ha disminuido el chabolismo y los barrios segregados de gitanos, pero queda lo más difícil”
Siete años de programas públicos reducen de 158 a 45 el número de estas infraviviendas y sitúan el índice del chabolismo ligado a esta etnia en la comunidad por debajo de la media española
Quedan 45 chabolas habitadas por familias gitanas en Castilla y León y el objetivo que se marcan la Junta, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la Fundación Secretariado Gitano es su erradicación, que desaparezcan del mapa cuanto antes. Una empresa «asumible» para el presidente y fundador de esta última organización, Pedro Puente.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha coincidido con el dirigente del Secretariado Gitano en que ese objetivo de cero chabolas (en 2020) es asequible tras una experiencia acumulada de trabajo de inclusión social que ha reducido en siete años (entre 2007 y 2015) el número de las más precarias de las infraviviendas, apenas chamizos, de 158 a 45.
«Hemos avanzado mucho, ha disminuido el chabolismo y los barrios segregados de gitanos, pero lo que queda es lo más difícil», explicó Pedro Puente, en referencia a esas 45 chabolas, en una jornada para presentar el estudio sobre el Mapa de Vivienda y Población Gitana en el que se constatan logros significativos y que se celebró en las Cortes de Castilla y León. Las 45 chabolas a eliminar suponen un índice del 0,85% en la comunidad, frente al 2,17% contabilizado a nivel estatal.
Pedro Puente resaltó que hay fondos europeos para financiar las iniciativas de inclusión social en el ámbito de la vivienda, pero que se requiere «voluntad política» para solicitarlos e invertirlos, «algo que parece que sí que hay». Tanto el consejero como el presidente de la Fundación Secretariado Gitano pusieron como ejemplo de iniciativa modélica una liderada por el Ayuntamiento de Segovia para la erradicación de dos enclaves con barracones y chabolas mediante realojos «en viviendas dignas y con un acompañamiento social para prevenir conflictos y facilitar que esas familias se habituasen a las normas cívicas básicas para vivir en comunidad», explicó Andrés Torquemada, segundo teniente de alcalde de la corporación segoviana, que preside la socialista Clara Luquero.
Objetivo de cero chabolas (en 2020)
Al objetivo de chabolismo cero en 2020, los participantes en la jornada de debate sumaron la necesidad de acometer la rehabilitación de las infraviviendas, casas y pisos que sin ser chabolas presentan carencias constructivas y de servicios o hacinamiento, que suponen el 8,41% de los 5.292 techos bajo los que desarrollan su vida las familias de esta etnia en 90 municipios de la comunidad. En 2007, el indicador de este tipo de viviendas llegaba al 11,44%.
Residir en una vivienda digna facilita la búsqueda de un empleo, el acceso normalizado a la atención sanitaria y una escolarización correcta de los niños. «¿Se imaginan ir a una entrevista de trabajo si no se tiene un sitio donde asearse en casa?», se preguntó una de las ponentes de la jornada, tratando de explicar mediante un ejemplo las consecuencias sociales y de acceso a servicios y derechos básicos que conlleva residir en una chabola o en una vivienda con deficientes condiciones de habitabilidad.
En Castilla y León, la provincia de Valladolid concentra el mayor número de viviendas de familias gitanas (1.872). En los últimos ocho años ha aumentado el peso del mercado libre frente al protegido. En nuestra región están registradas 5.292 viviendas con familias de etnia gitana contabiliza la comunidad. Están repartidas en 90 municipios.
Fuente El Norte de Castilla