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Quintín García, y el mundo se hizo palabra
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Entrevista de Charo Alonso al escritor y sacerdote dominico

Quintín García, y el mundo se hizo palabra

Actualizado 06/12/2016
Redacción

Nos vinimos a Las Villas para ponernos al servicio de las gentes no solo como curas y estudiosos de teología, sino también como agentes sociales y culturales, afirma a SALAMANCA AL DÍA el religioso, poeta y referente para muchas generaciones de vecinos

Un poeta apegado a la tierra, sabio enamorado de sus gentes, José Luis Puerto, describe la escritura del sacerdote dominico Quintín García -colaborador de SALAMANCArtv AL DÍA- como un ejercicio de delicadeza, de palabra verdadera atada a la tierra castellana, de una espiritualidad comprometida, contemporánea, valiente.

Quintín García, y el mundo se hizo palabra   | Imagen 1Valiente como su voz, quizás silenciada por sus problemas de garganta, pero siempre firme, como esas manos de campesino con las que demuestra su afecto. Sonríe Quintín con los ojos, el rostro afable, cercano. Suya es la charla entregada, la generosidad de su tiempo, de su calor, de su fuerza. Carne en fulgor de cercanía, sólida y real como este frío con el que se anuncia el invierno como otro de sus títulos, Del invierno a la luz.

¿Cuáles son las palabras que te habitan ahora?

-Ahora estoy intentando armar un libro de poemas en torno al tema de las víctimas, algunos ya recogidos en el libro Elegías para un tiempo de víctimas. Víctimas de las guerras, de la geografía desolada del hambre, las víctimas devoradas por el mar, de la violencia contra la mujer, los niños víctimas de la pederastia, de los terrorismos de cualquier sangre y color. Sería una especie de grito de rabia contra los victimarios y un homenaje en memoria a las víctimas. Pero voy muy lento, lo cojo y lo dejo por otros asuntos y me cuesta volver a encontrar esa concentración que se necesita para la creación poética. He perdido capacidad de trabajo también, por edad, salud, y porque empiezo a hacer caso a uno de los cuidadores de mi salud que me dice que aprenda a valorar el no hacer.

¿Palabra de Dios, palabra poética, palabra en prosa para relatar el mundo? Eres un excelente cuentista y has escrito una novela corta A título póstumo.

Ahora mismo no escribo prosa, si acaso retoco de vez en cuando alguno de los cuentos cortos que tengo por ahí. Estoy más centrado en el lenguaje poético. Y no hablo o escribo sobre la palabra de Dios, solo la escucho en otros o la leo. Pero sí he manifestado que me gustaría completar cuanto antes una fase poética con el remate de tres o cuatro libros que tengo prácticamente escritos para volver a la prosa literaria de donde vengo.

Defiendes la vida en el campo ¿Es un deseo como el de Fray Luis de vida retirada?

No, yo no huí de la vida de Madrid siguiendo el ideal del beatus ille. Me vine ?nos vinimos una comunidad de dominicos en diciembre del 1980- para compartir la vida con los hombres y las mujeres de los pueblos en un momento en el que se quedaron solos. Nos vinimos para ponernos al servicio de las gentes no solo como curas y estudiosos de teología, sino también como agentes sociales y culturales. Hemos desarrollado intensas tareas de animación sociocultural en Las Villas, y creado y apoyado Asociaciones para toda la población. Hemos llevado a la UNESCO metodologías de educación popular, hecho libros de patrimonio de la zona de las Villas y hoy seguimos compartiendo nuestra vida y nuestra amistad con todos.

Has defendido la teología de la liberación, te has enfrentado a la jerarquía hasta el punto de que alguien escribió "En una iglesia donde está Quintín García no hay sitio para mí" ¿Cómo leíste eso?

-Me parece estupendo que alguien disienta porque provoca e pensamiento y la búsqueda de la verdad. Y entiendo que todos en la Iglesia de Jesús somos buscadores llenos de inseguridades y no satisfechos poseedores de la verdad última y definitiva. Y ahora te digo que actualmente ando despreocupado de asuntos eclesiásticos y herido por el aumento de las desigualdades e injusticias y la corrupción moral y la desfachatez de los poderosos imponiendo sus intereses cercana y globalmente.

¿La poesía puede ser denuncia como en alguno de tus artículos más duros? O en tus versos: crucificados/como Cristos rotos contra las vallas/de espino diseñadas por quienes habitan las altas nuevas Torres de Babel, El FMI, el Mercado, las Patrias?

La poesía es un arte de compresión interior en primer término, y luego, de comunicación interior. El poeta cincela, da cuerpo en forma de palabras a su pensamiento, sus sentimientos, mundo interior. Y en ese mundo hay momentos de llantos, de in certidumbres, de sueños, de rabias y denuncias también. Y serán poesía si están escritos conforme a unas exigencias artísticas. Cada poeta está inmerso en su mundo, su trayectoria vital. Y esos son los elementos con los que se expresa de forma distinta. Desde luego en mi voz poética sí está la denuncia y la queja como expresión de un ideal moral de humanidad.

Es la tuya una palabra combativa?

Lo dices por aquellos artículos que me publicó El País. Uno escribe en cada momento de las cosas que le arden por dentro. Y lo hace con pasión, según su talante. Y mi talante quizás sí sea apasionado. Hubo un momento en que mi forma apasionada de vivir las cosas y quizás de escribirlas generaba tensión en mi garganta y me ha impuesto el silencio. De todas formas, pienso que los que escribimos tenemos registros variados para temas diferentes. Y lógicamente uso un lenguaje distinto para hablar de los almendros en mi libro Paisajes de almendros en flor en las Fuentes de Babilafuente que cuando hablaba de la jerarquía católica española en el franquismo o defendía la parroquia de San Carlos Borromeo en Madrid, defendía otra forma de hacer iglesia, cercana, comprometida.

Nacido en el campo castellano, estudiante de periodismo en los tiempos convulsos de la agonía del franquismo, cura comprometido en Canillejas, Quintín fue muy consciente de la necesidad de volver al paisaje rural "Había entonces una ebullición de ideas, dos iglesias enfrentadas, muchos sacerdotes en las chabolas, en la pelea, y mientras, el campo se quedaba vacío, y aquí vinimos donde nadie sobraba, a preguntarles a los jóvenes qué necesitaban". Entrega sin concesiones a la comodidad de la comunidad, al protagonismo, así es Quintín García: tiempo, creación compartida, empatía con el prójimo sin juzgar, tarea común como la que evoca desde la catequesis de los barrios Carmen Borrego. La charla con Quintín García nos alienta el corazón a las dos, nos llena de gracia, es física, es cálida, es entrega. Su voz, plena de verdad y de risa vence a la enfermedad, llena los altos techos de la casa de los dominicos en el paisaje que ha hecho suyo este escritor alejado de todo protagonismo a quienes todos reconocen como una de las voces más originales, verdaderas y comprometidas.

Eres gran amigo de tus amigos ¿Silencio, campo, gente, encuentro, comunidad como tu amiga Teresa de Jesús, retiro? ¡Has llegado a presentar un libro en una nave de patatas tal es tu vinculación con esta tierra!

No vine a buscar retiro a los pueblos de La Villas, te repito, pero confieso que ahora que no puedo ejercer tareas públicas por mis cuerdas vocales estoy viviendo una vida muy transida de silencio, de retiro. Salgo a andar todos los días, trabajo debajo de una encina en el montecillo de Babilafuente, junto al Balneario. Sigo con curiosidad minuciosa las fases de la naturaleza. Y las siembras y las cosechas del campo. Y lo hago, además, gozosamente.

Has escrito una novela breve, Viaje y resurrección de Lázaro de Tormes tomándolo de la mano del Maestro Agustín Casillas ¿Por qué este personaje?

-Releí el Lazarillo y me impactó tanto, tanto ese ser desvalido y explotado por todos que de forma espontánea me puse a escribir algo como homenaje agradecido. Y ese me ocurrió esa idea de traerle a Salamanca de nuevo y darle un paseo cargado de crítica social e ironía en defensa de los desvalidos y niños abusados. Todo con ese castellano antiguo que se me había quedado en el oído y que reproduje. Esta novela corta lleva una referencia final como homenaje a Agustín Casillas por su imagen del Lazarillo en el Puente Romano. A él le gustó mucho y dese entonces tuvimos buena amistad.

Mi querido dominico, ahora que se celebra el VIII Centenario ¿Qué pensar de una orden que tanto ha influido? ¿Redactamos de nuevo el derecho de gentes para aquellos que no tienen ninguno?

Hay que vivir con la historia en la memoria, sí, alimentarse de ella. Pero hoy los grandes principios están formulados gracias en parte a aquellos primeros dominicos defensores de los indios frente a la avaricia criminal de los encomenderos. El problema es dar con las formas concretas ?sociales, económicas, culturales, políticas, morales- que lleven al cumplimiento de esos principios con prácticas verdaderamente liberadoras y humanizadoras. Sigue habiendo muchos "indios esclavizados" en este capitalismo salvaje que nos inunda y encomenderos injustamente privilegiados. Allí y aquí.

Sonríe de nuevo, sonríe siempre a despecho del dolor y del silencio Quintín García, los versos y las páginas vuelan sobre el barbecho y en los ecos de la piedra suena la música sacra. El paisaje siempre guarda la esperanza del amanecer, de la redención y de la belleza, la misma que transmite, como una bendición de esperanza la voz valiente del escritor. Venimos de la noche hacia la luz. La luz en la sonrisa de Quintín García.

Charo Alonso

Fotografías: Carmen Borrego

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