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El Día Universal del Niño, una celebración entre el regocijo y la incertidumbre
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los derechos de la infancia cumplen 27 años

El Día Universal del Niño, una celebración entre el regocijo y la incertidumbre

Actualizado 20/11/2016
Redacción

En esta jornada internacional SALAMANCArtv AL DÍA ofrece una reflexión sobre las luces y sombras de la situación actual de este colectivo

Hoy celebramos otro Día Universal del Niño, que nos recuerda todo lo pactado por los países que lo han suscrito desde que el 20 de noviembre de 1989 las Naciones Unidas redactaran un acuerdo internacional llamado la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Nuevamente nos regocijamos por la aprobación de la CDN, pero también somos conscientes de que lo contenido en ella tiene muchos rubros pendientes, y que debemos velar por su cumplimiento por parte de los adultos y a su conocimiento, por parte de los niños.

El Día Universal del Niño, una celebración entre el regocijo y la incertidumbre | Imagen 1Y nuevamente cito: "La CDN... Reúne derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, reflejando las diferentes situaciones en las que os podéis encontrar los niños, niñas y jóvenes de todo el mundo. La Convención tiene 54 artículos que reconocen que todos los menores de 18 años tenéis derecho al pleno desarrollo físico, mental y social y a expresar libremente vuestras opiniones. Pero además, la Convención es también un modelo para la salud, la supervivencia y el progreso de toda la sociedad" (Edición: UNICEF Comité Español, 2005. Versión adaptada para jóvenes)

También conviene recordar que en la CDN se afirma que los gobiernos tienen la obligación de aplicarla, pero también se establecen las responsabilidades y las obligaciones de otros agentes como los profesores, los padres, los profesionales de la salud, entre otros, así como también los niños y niñas.

Entre el 25 y el 27 de septiembre de 2015, en la 70 Asamblea General de la ONU, en Nueva York, tuvo lugar la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los Estados miembros de las Naciones Unidas ratificaron la nueva agenda global que venía a sustituir los Objetivos del Milenio. La nueva estrategia, válida para los próximos 15 años, está construida en torno a 17 grandes objetivos que buscan, a grandes rasgos, terminar con la pobreza, impulsar la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos y proteger el medio ambiente.

Tras dos años de negociaciones, los países pactaron el borrador de los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible, una declaración de 29 páginas que fija una 'visión absolutamente ambiciosa y transformadora', según el propio texto, "para lograr un mundo sin pobreza, hambre, enfermedades o violencia y en el que todos los habitantes tenga acceso a educación de calidad, sanidad y protección social".

Los líderes de los países se comprometieron a adoptar los ODS, los cuales pretenden atacar los problemas económicos, sociales y medioambientales que constituyen una lacra para gran parte de la humanidad, completando lo iniciado con aquellos Objetivos de Desarrollo del Milenio cuya consecución expiró el pasado año. Dijeron que en el período 2015-2030 se debería erradicar totalmente la extrema pobreza, reducir a la mitad la pobreza, garantizar el acceso a una educación de calidad con igualdad de oportunidades, el acceso al agua potable y a la energía moderna, asequible y sostenible; acabar con la discriminación y la violencia contra las mujeres, etc.

A pesar de que con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, cuya vigencia terminó en 2015, se han alcanzado algunos logros importantes, desde la ONU dicen: "Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para acelerar estos avances. Se necesitan acciones más audaces y específicas donde todavía existen brechas y disparidades significativas".

Y aún hay más: todavía alrededor de 1000 millones de personas se van a dormir con hambre cada día; Médicos sin Fronteras advierte que 19 millones de niños no acceden al paquete básico de vacunas recomendado por la OMS, es decir, el 20% de niños que nacen cada año en el mundo, especialmente los que viven en zonas que se encuentran en conflictos. Y seguimos informando que 16 millones sufren desnutrición aguda severa; 62 millones de niños todavía no pueden ir a la escuela, con mayor incidencia en los niños más pobres. Cuatro millones de bebés nacen sin ninguna clase de ayuda; mil millones carecen de inodoro. En septiembre del año pasado, la Directora General de Salud de la familia, mujeres y adolescentes de la OMS, presentó ante la ONU cifras importantes relativas a las muertes de niños y adolescentes, y de mujeres durante el parto y el embarazo. También insistió en que "más de 6,3 millones de niños menores de cinco años mueren cada año" por causas que pueden ser evitables. Según la OMS, 1,3 millones de adolescentes mueren cada año por causas prevenibles o tratables. Además, una de las principales causas de muerte en adolescentes de entre 15 a 19 años son las complicaciones durante el embarazo y el parto.

Es evidente que después de quince años de vigencia de los ODM todavía continuamos hablando de niños que trabajan. Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT): "Aún tenemos 168 millones de niños trabajando, y la mitad de ellos sometidos a las peores formas de trabajo infantil", considerando que ésta era "una de las pésimas noticias de 2013". Y que aún muchos países ni siquiera han ratificado las convenciones internacionales sobre trabajo infantil. Añade la OIT que entre las "peores formas" de trabajo infantil figuran la esclavitud, la servidumbre, el trabajo forzoso y la explotación sexual, que son llagas aún abiertas en todas las regiones del planeta. La trata es una de las peores formas de trabajo infantil. Aunque no hay cifras exactas, según las estimaciones de la OIT (en 2005), "entre 980.000 y 1.225.000 de niños y niñas se encuentran en situación de trabajo forzoso como resultado de la trata".

"El Convenio núm. 182 (1999) de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil clasifica la trata dentro de 'las formas de esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud' y por lo tanto, como una de las peores formas de trabajo infantil, la cual debe ser eliminada con carácter de urgencia, independientemente del nivel de desarrollo del país".

El Día Universal del Niño, una celebración entre el regocijo y la incertidumbre | Imagen 2Continuamos hablando de niños que crecen y malviven en los campos de refugiados, víctimas de la guerra. Datos de la ONU demuestran que los niños suponen el 27% de los muertos por bombardeos en Siria, y que por parte del estado Islámico se han llevado a cabo ejecuciones masivas a 200 niños. No nos olvidamos de los niños que sufren acoso escolar, abusos sexuales, violencia doméstica...

Unicef informa que "en la mitad de los países con datos disponibles, la mayoría de las niñas sufren la mutilación/ablación antes de la edad de 5 años. En el Chad, Egipto, la República Centroafricana y Somalia, al menos el 80% de las niñas son víctimas de la práctica entre las edades de 5 y 14 años, a veces en los rituales de mayoría de edad que marcan la transición hacia la edad adulta...".

Las niñas también sufren la lacra de los matrimonios forzados.

Según Save the Children, "a diferencia de la mayoría de los países de la UE, España cuenta con un sistema de protección social a la infancia débil... Nuestro país tan sólo invierte el 1,3% de su PIB en protección social a la familia e infancia; lejos de la media europea del 2,3% y muy lejos de la inversión de países vecinos: Francia dedica un 2,5% de su PIB a la protección social de la infancia y la familia teniendo una pobreza infantil que es prácticamente la mitad de la española, y Dinamarca un 3,7% con apenas niños viviendo en pobreza por cada tres menores españoles en la misma situación. Además, de los 28 países miembros de la UE, España se encuentra en tercera posición en pobreza infantil, sólo por detrás de Rumanía y Bulgaria. En 2013 España dedicó el mismo porcentaje de gasto a la infancia que en 2008".

Y según el informe sobre el Estado Mundial de la Infancia correspondiente a 2015 , y difundido por Unicef, "la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social infantil es del 34,4% para los niños en España y escala hasta el 60,3% cuando esos niños son hijos de migrantes afincados en el país, según explica, la media de pobreza infantil en la Unión Europea es del 21,1%, nivel que supera España con un 34,4% de sus niños en riesgo al cierre del año pasado, y que se ve acentuada en el caso de los hijos de migrantes: uno de cada dos está viviendo en la pobreza, lo que pone en evidencia las barreras de estos colectivos en el acceso a derechos y servicios".

Como cristianos, todo este cuadro te hace repensar y preguntarte si los repartos desiguales de los recursos, las injusticias, el egoísmo... la crisis actual por la que atraviesa el país, tienen que ver con una crisis ética y espiritual, además de una crisis económica, financiera y política. Y te hace reflexionar sobre por qué debemos participar para que estos Objetivos de Desarrollo Sostenible se cumplan.

Conviene recordar que en el proceso de los anteriores ODM, en el ámbito cristiano existió Desafío Miqueas / Micah Challenge, una campaña internacional promovida para movilizar a los cristianos contra la pobreza y que se unió a la tarea de presionar a los gobiernos para que cumplieran sus compromisos, tal como nos lo recuerdan Joel Edwards y Geoff Tunnicliffe, en un artículo titulado: "Desafío Internacional Miqueas. Una voz de apoyo evangélico", escrito en Lausanne Global Analysis. Como ellos afirman en el mencionado texto: "El resultado ha sido una amplia gama de actividades, colaboraciones y actos con movimientos globales en nuestra campaña aunando colaboraciones de alto perfil entre comunidades cristianas y sociedad civil. [...] "Lo que fue realmente nuevo sobre el experimento de Miqueas fue el énfasis en colaborar con los poderes políticos y su incidencia. Llamamos a los que toman las decisiones a nivel nacional e internacional, ya fueran países ricos o pobres, para cumplir su promesa de conseguir las MDGs. Queríamos ser agentes de esperanza de Dios e imponer justicia en el corazón de la iglesia".

Como podemos observar, hay logros, pero también concluyen, como en su momento lo hizo la ONU: "La breve historia de Micah Challenge sugiere que hay mucho que celebrar. Al menos, la extrema pobreza se ha reducido a la mitad en los últimos 25 años, se ha rescatado a millones de personas de la pobreza, la mortalidad infantil y la educación primaria han mejorado considerablemente. Sin embargo, al ver este tipo de justicia, misericordia y amor que la Biblia describe, nos queda mucho por andar. [...] Somos dolorosamente conscientes de que la iglesia ? con toda su obra sorprendente- todavía tiene un largo camino que recorrer para formar el mundo que Dios quiere, un mundo en el que Jesucristo sea elevado a la vista de todos y donde la justicia se sienta como en casa en la política y en nuestros sistemas económicos".

En verdad, ¿tenemos algo que celebrar? Sí, pero la satisfacción no es completa. De acuerdo con las estadísticas que nos ofrecen distintos organismos con credibilidad, queda mucho camino por recorrer en esta carrera del desarrollo. Y el panorama que se nos presenta no permite ser abundantemente optimistas; no obstante, con fe miramos el futuro, ya que Dios no se olvida de los menesterosos. Pero esa fe tiene que entrar en acción. Y esta es una tarea en la que debemos implicarnos todos, por aquellos que no gozan de los privilegios que detentamos algunos (por más pequeños que sean).

Cierro con dos citas de la Biblia, el Libro de los libros cuyas enseñanzas nos instan a preservar la dignidad y los derechos de los niños, supliendo sus necesidades materiales, espirituales, sociales...

¡Ay de los que emiten decretos inicuos, y publican edictos opresivos! Privan de sus derechos a los pobres, y no hacen justicia a los oprimidos de mi pueblo; hacen de las viudas su presa y saquean a los huérfanos! ¿Qué vais a hacer cuando debáis rendir cuentas, cuando llegue desde lejos la tormenta? ¿En dónde dejaréis vuestras riquezas? Isaías 10.1-3

Defended la causa del huérfano y del desvalido; al pobre y al oprimido hacedles justicia. Salvad al menesteroso y al necesitado; libradlos de la mano de los impíos. Salmos 82.3-4

Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como estos es el Reino de Dios, dijo Jesús, dándoles un valor altísimo, poniendo como ejemplo a lo más pequeño.

Jacqueline Alencar

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