La media de edad de los casos atendidos en el 'Siafride' se encuentra en 46 años
Hoy se cumplen cuatro años de la puesta en marcha del Servicio de Apoyo a las familias en Riesgo de Desahucio con 32 familias que pedían ayuda para no perder su hogar. El panorama entonces era verdaderamente desolador. En esas mismas fechas Castilla y León había visto aumentar en un 36,3% el número de ejecuciones presupuestarias (frente a la media nacional del 14,2% ) y solo en el primer semestre de 2012, la región ya sumaba 1.558 expedientes para desalojar familias de sus viviendas y desde el inicio de la crisis, en 2007, eran 12.632 los procesos en la comunidad. Pintaba más que negro y no había semana sin manifestaciones frente a los desahucios.
Cuatro años después, 4.613 familias han pasado ya por este servicio, el 'Siafride', tras obtener su cita a través del teléfono 012 para comenzar, de la mano de la Junta, la negociación con las entidades financieras acreedoras en busca de soluciones que les ayuden a hacer frente a una penosa situación económica que pone en riesgo sus hogares o acceder a otros recursos de la red social para reconducir su situación económica, laboral y social.
La importancia de este programa asistencial no reside únicamente en resolver problemas asociados a la vivienda; aunque sea el problema que provoca la entrada en el sistema de atención social de la Junta. «No se queda solo ahí, sino que se encarga de detectar otras posibles necesidades que puedan tener las familias para aplicar las soluciones más oportunas a cada necesidad», destacan fuentes de la Consejería.
Este objetivo de responder de forma integral y completa a las carencias y problemas de una familia se hace evidente con un dato: Desde su puesta en marcha, en 952 de las 4.613 familias que acudieron al servicio, los profesionales detectaron otro tipo de necesidades junto al riesgo de desahucio que sirvieron para activar un total de 2.100 prestaciones tales como rentas garantizadas de ciudadanía, Servicios Sociales o jurídicos, empleo o justicia gratuita». Así, entre las ayudas otorgadas a través de esta puerta de entrada, hay 770 prestaciones de Renta Garantizada de Ciudadanía.
La mayor franja de edad atendida (60%) es la de entre 35 y 55 años. La media de edad se encuentra en los 46 años, lo que tiene importancia dada la necesidad de reincorporación al mercado laboral detectada en la mayoría de los casos.