Terceira, una isla de primera

.-"Tercera en ser descubierta en un archipiélago de nueve, tercera en extensión y segunda en población (56.000 habitantes), esta isla es un ejemplo de respeto al medio ambiente, a la producción sostenida, al turismo de naturaleza y a la belleza que mezcla el cielo con la tierra y la construcción de los hombres."

.- "Azores es una tierra hecha a sí misma, a base del esfuerzo de sus habitantes que han ido modelándola piedra a piedra, pared a pared, muro a muro, para domeñar una naturaleza bella pero fiera, abrupta y dulce a la vez. Tierra volcánica nacida del seno del Océano Atlántico. Su gente ha construido ciudades como Sangra do Heroísmo que es Patrimonio de la Humanidad, un ejemplo de armonía y belleza. Su historia intensa se fragua en muchos avatares. Perteneció durante sesenta años a España en tiempos del reinado de Felipe II, I de Portugal, fue campo de batalla de absolutistas y liberales y llegó a ostentar la capital de Portugal durante algo más desde 1837 a 1845".

.-"Esta es una tierra muy taurina, al portugués modo, donde no se mata al toro. Pero la isla vive una fiebre permanente de fiesta en torno al animal."

.- "En esta isla se reunieron en 2003 Bush, Blair, Aznar y Barroso. Mientras los anglosajones organizaron y decidieron la guerra de Irak los ibéricos se dedicaron a ponerles el café."

Los holandeses llevan a gala decir que Dios creó el mundo y los holandeses Holanda. Basan esta expresión de orgullo en su capacidad para domeñar las aguas y ganarle terreno al mar con sus diques y sus obras de ingeniería. Nos les falta razón. Pero si nos atenemos a ese concepto habría que decir lo mismo de Azores, el archipiélago portugués situado en medio del Océano Atlántico. Al menos de su isla Terceira, que es la que he visitado junto con varios compañeros de FEPET.

Y es que Terceira, cuyo nombre le viene dado por ser la tercera en ser descubierta en un archipiélago de nueve allá por el año 1427 es una isla creada por un volcán nacido a más de 1500 metros de profundidad del mar Atlántico pero diseñada, trabajada, piedra por piedra, por los açorianos. Y es que la primera impresión, y la última, siempre al ver el paisaje de Terceira es la meticulosidad con que han trabajado sus habitantes para organizar la tierra. Paredes y más paredes de piedra volcánica llenan toda la isla. Es un tablero inacabable, entendible por sus habitantes y por las 150.000 vacas que pacen en sus praderas, siempre de un verde intenso.

Terceira es una isla con 56.000 habitantes, la segunda en población después de San Miguel, con algunas poblaciones, como Praia da Victoria y la capital, Sangra do Heroísmo, pero gran parte la componen pequeños núcleos de casas diseminadas, siempre inclinando sus miradas hacia el mar, hacia alguna bahía donde se concentra la belleza al juntarse el mar y la tierra.

Terceira es una isla limpia, natural, clara, con un cielo cambiante, rápido y huidizo en ocasiones, capaz de llevar al suelo, a la tierra, las cuatro estaciones en un día. Agua, luz, sol, viento, nubes?, todo en un breve espacio de tiempo. Es la fuerza de una naturaleza que llega del cielo, que se genera en los cambios de temperatura del gran Atlántico y que obligan a los habitantes de Terceira a estar preparados siempre. Lo están, no se inmutan, viven la vida con la paz que genera la ganadería y la agricultura, bases y fundamento de esta tierra. Con leche y carne nada les falta a los açorianos de Terceira, además de un gran vino blanco que producen, con aguja, verdejo, a semejanza del vinho verde del Portugal continental.

LAJES: BUSH, BLAIR, AZNAR Y BARROSO

En Terceira son muchas cosas las que impresionan, como ser una isla donde ninguna casa sufre de graffitis: ni en los muros, ni en las paredes, ni en el campo, ni en las ciudades. Aquí no ha llegado la canallada de ensuciar lo de todos con impunidad. Las carreteras, las autovías, las calles de los pueblos y ciudades, todo, está el din con el don. Mucho más organizado y estructurado que el Portugal ibérico. Ha debido de entrar mucho dinero de Europa para que la isla esté tan acondicionada. Eso supongo, porque no es fácil creer en la sostenibilidad de una tierra como esta y que no tenga el apoyo correspondiente. Aquí quieren vivir sin agobios, con un sistema ecológico general adecuado, y lo están consiguiendo. Nada de edificios que destrocen el paisaje, nada de elementos que distorsionen en ambiente, nada que no siga la lógica de lo sostenible.

Pero no siempre todo el monte es orégano. Terceira es donde está la base americano-lusa de Lajes, donde está ubicado el aeropuerto. El tío Sam, como en España, como en Rota, domina estos pagos. Claro que aquí están de acuerdo porque la base supone el 10% del PIB de la isla. Es más: los americanos quieren desmantelar la base, dejarla en lo mínimo, y el gobierno portugués presiona para que siga como hasta ahora. Ahí se reunieron el 15 de marzo de 2003 Bush, Blair, Aznar y Barroso. Mientras los anglosajones decidían la guerra de Irak los ibéricos se dedicaron a ponerles el café. En 500 años los imperios se han dado la vuelta.

ARTE ROMÁNICO Y GÓTICO

Un autobús nos lleva de un lado para otro; sólo para de cuando en cuando para ver con más tranquilidad, para disfrutar de la isla de las Cabras, o a las piscinas naturales que se generan entre las rocas volcánicas. También nos recreamos en el arte. A Terceira no le falta de nada. Iglesias de corte lusitano, de románico mezclado con gótico, como el templo de San Sebastián, pero muy especial, porque al margen de la puerta central predomina la escasez de curvas, con puertas y ventanas cuadrangulares, muy al estilo de la arquitectura militar, de la que tanto beben todos los dominios del Portugal de los descubrimientos y siglos posteriores. Las paredes de esta iglesia tiene unos frescos, de reciente descubrimiento y restauración, realmente espectaculares. Muy superior este templo a la catedral de Sangra do Heroísmo, muy seca, de tan poca emoción que me recordó a nuestro Juan de Herrera, a la catedral de Valladolid y al Monasterio del Escorial. Las comparaciones siempre son odiosas, y en este caso más, pero muy ciertas.

LA ISLA DE LAS HORTENSIAS

También llamada "la isla violeta" por el color de las hortensias. Por todos los lados, en todas las cunetas, en todos los ribazos, en el frontis de los jardines, en cualquier hueco hay hortensias. Pero hortensias no sólo violetas: las hay de todos los matices, blancas, granates y azules. Todo depende de lo que la planta chupe de la tierra. Si esta tierra tiene mucho hierro la hortensia sale azul celeste. Una maravilla de la naturaleza que nace de una humedad entre el 70 y el 80%. El momento álgido de las hortensias se sitúa entre marzo y julio.

Pero Terceira es un jardín botánico, abierto, sin límites, entre camino y carretera, entre las tierras que son pasto para las vacas y los espacios que dejan las rocas volcánicas. Plantas autóctonas e invasivas; lo mismo eucaliptos que árboles de incienso, y en medio siempre, por todas partes, como una fronda alegre, la flor "despedida de verano", rosa y blanca, de una vitalidad sorprendente.

LA BOCA DEL VOLCÁN Y SIEMPRE EL MAR, LA MAR

Terceira tiene una entrada al útero terrestre. Podría haberse grabado allí "Viaje al centro de la Tierra". Allí pudo haberse inspirado Julio Verne. Se llama Algar do Carvao y está en la Sierra de la Cumbre, un espacio que alberga un mirador desde donde se ve toda la isla desde las alturas, en una visión inacabable, entre el verde próximo y el mar al fondo. Es una isla, y las islas tienen el beso permanente de las aguas saladas. En este caso de un Atlántico de ciclones y anticiclones que marcan la vida de nuestra Península.

Pero Alvar do Carvao es un mundo hacia adentro, una cueva por donde salió la lava hace 10.000 años. Ahora es una cueva pronunciada, un agujero enorme vertical, redondo, con una salida al cielo donde proliferan las plantas verdes que le quitan fuerza a una luminosidad que se queda en un cerco redondo y limitado. Hasta las profundidades bajé, para ver estalactitas hechas gota a gota por los siglos.

TIERRA DE TOROS

En Azores, por todos los rincones, se respira ambiente taurino. No al modo de España. No. Aquí te dicen constantemente que no se mata a los toros ni se les maltrata. Indirectas a nuestra forma de entender el arte taurino. En realidad es igual que en el Portugal continental. La diferencia es que en Azores las fiestas son constantes, y participa todo el pueblo, todos los pueblos, porque los habitantes de Terceira se entregan sin descanso cuando en algún pueblo sacan los toros a la calle. Lo hacen a semejanza de Benavente, por ejemplo. A los animales se les pone una marona y se les da libertad condicionada para que acometan a los aficionados.

Pero siempre la cuerda, de gran grosor, la maroma, sirve de defensa. Además les ponen en la punta de los cuernos unos artilugios redondos que amortiguan el empuje de los toros, las cornadas, los golpes. Nada de sangre. Es tal la afición que en muchos establecimientos ponen constantemente en las pantallas videos con las fiestas taurinas.

En Azores hay doce ganaderías que tienen entre sí una gran competencia. Cada cual pretende ser la mejor, la más valorada. Tienen sus normas, y los toros no pueden ser llevados a otra fiesta hasta que no pasan cinco días desde la última. Vamos, que los cuidan, los protegen, para que no se cansen demasiado. Eso sí: salen a las calles resabiados.

En Azores hay toros, pero de otra manera. La España taurina de Talavante, Manzanares, Morante o Ponce siente poca envidia.

BALLENAS Y DELFINES

En los circuitos turísticos de Azores se resalta constantemente los viajes marítimos en barcos para avistar ballenas, cachalotes, delfines y otras especies marinas de gran volumen. Excursiones por un Océano Atlántico llenas de emoción ante la inmensidad del mar. Desde la Marina de Angra do Heroísmo partimos mar adentro animados ante la posibilidad de ver estos enormes habitantes del mar. No tuvimos suerte. Ya me lo temía. Siempre suele pasar: nunca es la fecha adecuada. Eso sí: vimos delfines, muchos delfines, pero éstos son frecuentes en todas las aguas. La navegación, no obstante, siempre merece la pena.

PORTUGAL TOURS Y ALGUNAS RECOMENDACIONES

El vuelo desde Madrid a Terceira son 2 horas 45 minutos. Fácil. La compañía SATA, de las Azores, es experta. Este año, precisamente, cumple el 75 aniversario. La compañía se creó en 1941.

Azores tiene un IVA del 18%, lo que se nota positivamente en el precio de todo. Se come correctamente, especialmente sabraso es su plato estrella, "alcatra", un preparado de carne de vaca. En el restaurante Os Mohínos o en el complejo Quinta do Martelo lo sirven muy bien. Incluso tienen un verdejo, semejante al "vinho verde", de aguja muy agradable. La Quinta do Martelo es una casa rural ecológica, diferente, una maravilla de equilibrio turístico, con diferentes espacios dedicados al visitante. Sin duda merece la pena una visita sin prisas.

Otra recomendación es ir y darse un baño en Viscoitos, una zona preciosa, donde el agua del mar se convierte en piscinas preciosas entre las rocas volcánicas (caldeiras). También es conveniente visitar otras islas del archipiélago, como San Miguel, que tiene 140.000 habitantes. O Flores, o Pico o San Jorge.

"Portugal Tours", en Madrid, puede informar de todo. Ellos dominan el turismo en Azores como nadie. Además se creen lo del "Destino Azores". Lo viven. Mar Alonso, amable y abierta a la información, es una referencia. En [email protected] se pueden despejar todas las dudas que tenga el viajero. Buen viaje.

Aniano Gago