Un viejo cable sin uso ‘revoluciona’ la tarde en el Parque de La Glorieta

Seguramente más de una vez han visto por televisión la noticia de que una maleta abandonada en algún lugar público de una gran ciudad obliga a movilizar un importante dispositivo por si contuviese, por ejemplo, explosivos. Sin ir más lejos, este hecho ocurrió el pasado mes de agosto en Salamanca capital, donde una maleta abandonada que contenía ropa y calzado obligó a acordonar la Plaza de la Constitución hasta que se comprobó que no tenía nada peligroso.

Sirva esa situación para contextualizar la pequeña 'revolución' que vivió en la tarde del martes el Parque de La Glorieta de Ciudad Rodrigo 'por culpa' de un cable ante el que hubo que tomar precauciones, pero que resultó ser un cable también 'abandonado'.

A lo largo de esa tarde del martes, y en la misma zona donde operarios de electricidad habían estado trabajando durante la mañana para instalar nuevos focos en la zona principal de juegos del Parque, se descubrió un trozo de un cable dentro de un pequeño hoyo, con el que los niños parece que empezaron a jugar o al menos intentarlo.

Ante el temor de que pudiera ser conductor de electricidad, y por lo tanto supusiese un riesgo, algunos padres que estaban con sus hijos en el Parque decidieron llamar a la Policía Local (también dieron aviso a algunos medios de comunicación de la situación).

La llegada de la patrulla de servicio puso en alerta a todos los presentes en esa zona del Parque, hasta que todos fueron conociendo el motivo real de su presencia. Asimismo, a los niños también les llamó la atención la presencia de los agentes, acercándose incluso algunos de ellos a preguntarles qué ocurría.

Los agentes dieron aviso a un electricista de guardia que se desplazó hasta el Parque para comprobar qué tipo de cable era. Para poder saber si realmente era un cable operativo hoy en día, hubo que encender durante unos minutos (a eso de las 19.30 horas) el sistema de iluminación mediante farolas de toda la zona.

Una vez eso ocurrió, se comprobó -bajo la atenta mirada desde la zona de juegos de niños y padres- que el cable (que hubo incluso que pelar para ver si conducía electricidad) no pertenecía a ningún sistema de iluminación actual, y que por lo tanto era simplemente un viejo cable abandonado, que en ese mismo momento fue retirado del lugar, tras haber 'revolucionado' parte de la tarde en el Parque.