Se dio la mancha de La Mata de unas 300 hectáreas que cerraron 56 puestos y donde se vieron cerca de una treintena de guarros
Buen comienzo del jabalí en Villarino de los Aires, localidad del Parque Natural Arribes y en la que este domingo se celebraba la primera de las monterías organizadas esta temporada con un resultado de siete cochinos abatidos, aunque pudieron ser muchos más. Si no fuera por ese instinto de supervivencia que tantas veces ha demostrado esta especie, estaríamos hablando de al menos una alfombra con una quincena de guarros, pero es que la vida les va en ello.
La mancha, unas 300 hectáreas con La Mata como centro del terreno a batir, 56 puestos en su mayoría de distintos puntos de la provincia salmantina y de Zamora, y varias rehalas, entre ellas las de Manolo 'de Villarino' y José Luis 'de Aldeadávila'. El lugar de encuentro era el Café-Restaurante 'El Paradero de la Villa', a las nueve de la mañana, aunque no se salió a los puestos hasta dos horas después. El retraso de una de las rehalas y su posterior control por parte de la Benemérita dilató el comienzo del sorteo de los 56 puestos repartidos en cuatro armadas para cerrar en círculo por completo la mancha.
A las 11.00 horas la suerte estaba echada y cada armada seguía a su postor, Manuel, Jesús Martín, Jesús Castellano y Julián. La suelta se daba media hora más tarde con dirección oeste-este, a favor del aire, por lo que esa armada cargaba el viento, tanto que fue la única que se quedó sin disparar. A los escasos minutos se escuchaban las primeras ladras en una mañana de temperatura agradable cuando el sol se ocultaba entre las nubes que horas antes habían descargado unas gotas, pero de bochorno cuando los rayos del Sol se hacían un hueco entre los nimbos.
Los disparos tampoco se hicieron de rogar demasiado, así que a las primeras ladras le seguían las detonaciones de rifles y escopetas, salía la primera manada de guarros con dos al cobro. El momento de mayor actividad de perros y puestos llegaba sobre la una de la tarde en la armada de Los Trebolares, donde se abatieron cinco guarros más y por donde se escabulló una manada de 12 para desazón del cazador que los vio pasar por su puesto, uno tras otro. A estos se sumarían una decena más que de un modo u otro desparecieron de la mancha, bien atravesando las armadas, bien despareciendo de la vista de los cazadores debido al espeso monte de la mancha, matorral de escobas y barceos altos como robles.
A las 14.00 horas, los postores retiraban las armadas para concentrarse de nuevo en el Teleclub y dar cuenta de la comida, paella y pollo en pepitoria preparado por Luci y Estrella, un menú con el que cazadores y perreros rematarían la faena de este mata-cuelga, un excelente inicio de temporada y a la espera ya del próximo para el sábado 1 de octubre.