Cosas nuevas y lo de siempre

Desde Hermoso de Mendoza para acá, apenas han cambiado las cosas en el rejoneo. Predomina la excelente doma de los equinos, la buena monta de los caballeros. Ha ganado el espectáculo y ha perdido la pureza del rejoneo clásico porque casi todos los embroques se producen a la grupa, resueltos en mariposeos en la cara del toro, cabriolas, cruces, galopes de costado?. En alguna ocasión me parecía estar ante un espectáculo de Cortes, tan populares en estos tiempos. Por la forma en que algún rejoneador burlaba la acometida del toro engañando la embestida. Me gustó más Galán porque parecía apuntar suertes en desuso, como las banderillas a dos manos citando de frente y quebrando en la cara con justeza, como hizo en dos ocasiones. Por lo demás, Lea Vicens tiene que hacer pesas para endurecer las muñecas. Lo esencial lo sabe y lo hace bien pero ahí se queda, no aporta nada nuevo.

Un año más, quienes creemos que la ley de una figura del toreo, en este caso a caballo, debe ser responder y retar a cualquier competidor que lo desee, echamos de menos a Hermoso de Mendoza toreando con Diego Ventura. Y en Salamanca. ¿Algún año será?