Castella escuchó los tres avisos en el cuarto, Perera cuajó una rotunda faena en su segundo al que desorejó y Paco Ureña cortó un trofeo
Continúa el frío en la ciudad, aunque tal y como ocurrió ayer, la plaza tenía mejor aspecto en los tendidos, y tras ese vendaval de emociones encontradas, hoy ponemos final a la Feria en cuanto al toreo a pie, toda vez que aún resta la tarde de los rejones el próximo día veintiuno. La afición a la entrada de la plaza todavía se hacía eco de lo ocurrido ayer, respecto del indulto de 'Higuero'.
La plaza hoy presentaba buen aspecto tres cuartos de entrada, amenazó lluvia pero no se presentó. Castella, triunfador del año anterior, toreó al soso y manejable primero con buenas series de inicio, pero el animal se apagó pronto y toda la labor de uno y otro se contagió y la cosa fue cansina. Mató de entera y descabello, siendo silenciado. Mejoró un tanto en su segundo enemigo chicuelinas ajustadas sin ligar; el tercio de banderillas un "correcalles" y el francés con mucho pundonor y orgullo porfió hasta el final con un animal muy deslucido; alargó demasiado la faena, entró tres veces a matar, el toro no dobló y se lo mandaron con los cabestros al corral. Silencio y algún pitido, pocos. El personal, después de todo, le trato bien.
Perera tenía una deuda con esta plaza tras el percance serio del año pasado. Se le ovacionó al hacer el paseo, hizo un quite por ajustadas y ligadas chicuelinas con bonito remate y brindó al público. Y descubrió un toro, al que solo se le señaló el puyazo, con series por uno y otro pitón con mucho poderío, toreando con cadencia reunido y rematando en el sitio, siempre muy entregado, cuajando una soberbia faena, maciza, y templada. El toro era de dulce y se entregó a la causa, le consintió el extremeño con mucha quietud y mandó gustándose. Mató de entera trasera y consiguió dos orejas en buena lid, siendo el toro premiado con la vuelta. Lo de su segundo animal fue otra cosa, tras fijarlo de capote, fue tirando de la floja y carente de emoción del animal; hubo pases pero carentes de estructura y sin continuidad. Quiso con poder y valor íntegro un arrimón, para un pinchazo y una muy fea estocada y fea muerte del Montalvo. Se llevó un silencio por tan grave error.
Cerraba el cartel y la Feria de a pie Paco Ureña, que por tercer año consecutivo está presente en esta plaza, siempre dejando buen sabor en el aficionado. Sorteó un toro bravo con recorrido y boyante, y comenzó muy torero dominando por abajo y sacarlo toreado a los medios. Buena serie por el derecho y el toro que pide mando, siguió en ese pitón con pases de buen trazo bien rematados, luego al natural perdió la brújula, daba pases pero un tanto perdidos en el espacio y el tiempo. Le faltó distancia y mejor acoplamiento a un toro que le ganó el terreno y acabó por debajo de su condición. Mató de entera tendida y cobró una oreja, pero el animal se fue con otra al desolladero.
En el sexto fue un desbarajuste de lidia, la cuadrilla fue un lamento. Estrelló al toro en el burladero y crujió con un "leño" el pitón quebrándose; en banderillas, otro sainete, y con un público encrespado se pudo justificar Ureña en una apagada labor que fue silenciada. Y aquí terminó todo, ahora se abre un paréntesis hasta el próximo día 21 en que harán el paseíllo las figuras del rejoneo, que tiene muchos aficionados al caballo por estos pagos.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Montalvo -con este balance: 1º soso y flojo 2º noble boyante con recorrido y clase, premiado con la vuelta al ruedo,3º con raza boyante y buen tranco aplaudido 4º probón y desclasado, 5º noble y flojo, 6º noble, soso y flojo
Sebastián Castella: silencio y silencio tras tres avisos
Miguel Ángel Perera: dos orejas y silencio
Paco Ureña: oreja y silencio