Lámina sobre el maestro Juan Diego, concentrado, en la plaza de La Glorieta
En su mirada resbala la ternura de un lejano sol de primavera. En el coso, todo se llena de aire rojizo hasta sentir una especie de orfandad, esa nostalgia que sostiene en sus alas los recuerdos de tantas miradas, de tanto sentimiento y belleza, la misma que se percibe al contemplar este hermoso dibujo de Miguel Elías.