Del poema 'Desvelo', de Juan Ramón Jiménez
Se va la noche, negro toro
-plena carne de luto, de espanto y de misterio -,
que ha bramado terrible, inmensamente,
al temor sudoroso de todos los caídos;
y el día viene, niño fresco,
pidiendo confianza, amor y risa
- niño que, allá muy lejos,
en los arcanos donde
se encuentran los comienzos con los fines,
ha jugado un momento,
por no sé qué pradera
de luz y sombra,
con el toro que huía -.
"Desvelo". Juan Ramón Jiménez