Si su planta, su trapío, su comportamiento no están acordes con los despertares de emociones como, miedo, temor, reto etc?la cosa no sale para adelante
Lo de ayer puso en evidencia lo de siempre: que el toro es el elemento fundamental de la fiesta y que de él dimanan casi todas las emociones. Si su planta, su trapío, su comportamiento no están acordes con los despertares de emociones como, miedo, temor, reto etc?la cosa no sale para adelante. Es como un descafeinado, un pan sin sal, una tortilla sin cebolla o un jardín sin flores. La emoción la pone el toro y luego, quien tenga valor y después arte que columpie aquello como es debido y nos llene de emociones a nosotros.
Ayer solo intuimos esas sensaciones de inquietud emocional en dos toros, cuarto y quinto. Uno, gran toro, por bravo y noble; el otro por cabroncete y peligroso- Mi memoria se quedó con eso ayer: más con la emoción de la casta (buena e inquietante) que con el arte de torear en sí mismo. He dicho.
Toño Blázquez