VILLORIA | El primer edil afronta su segunda legislatura con numerosos proyectos para uno de los pocos municipios que mantiene su población
En su segunda legislatura, Julián Barrera, alcalde de Villoria, se encuentra inmerso junto a su equipo de Gobierno en media docena de proyectos. Lleva a cabo su labor con más eficacia tras una primera legislatura que le sirvió de aprendizaje y para forjar su convicción de que las principales administraciones, como la Junta y la Diputación, deben mantener una relación cercana con los municipios, lo que es vital, en su opinión para evitar la despoblación rural.
Destaque en esencia lo más importante del programa de fiestas grandes en honor a la Virgen, que reúne en Villoria a miles de personas
Lo esencial es precisamente eso, las personas. Después de varios años organizando fiestas, la experiencia me ha demostrado que son las ganas de vecinos y visitantes las que hacen unas fiestas mejores o peores. Tiene mucho que ver con los estados de ánimo, la compañía, el ambiente o la climatología. El ayuntamiento pone el marco, pero el cuadro lo pintan quienes las disfrutan. Los toros, las orquestas, las actividades culturares y religiosas y las comidas populares serán una vez más la esencia de las fiestas de Villoria.
Vienen días de asueto y descanso, jornadas donde generalmente se aparcan las preocupaciones y los problemas del municipio: ¿Qué espera el alcalde de unas fiestas como las de Villoria? ¿Qué es lo que define a estos días de encuentro entre vecinos y actividades programadas?
Para el alcalde, los concejales y los miembros de la Comisión de Fiestas son días de mucho ajetreo y preocupación para que todo salga bien y no falte ningún detalle. Es muy difícil relajarse y disfrutar cuando tienes esa responsabilidad. Más que aparcar las preocupaciones, suelen aumentar. Pero es algo que está asumido y hay que afrontarlo como tal. Siempre esperas estar a la altura y no decepcionar a todas aquellas personas que de verdad aprovechan estos días para relajarse y disfrutar. Villoria tiene unas fiestas y un ambiente de sobra conocido en la comarca y provincia. Acogemos a muchos visitantes que rápidamente se integran en la vorágine festiva y no suelen olvidar su paso por nuestro pueblo.
Sabemos que todo no se puede afrontar y que los presupuestos son limitados: ¿Qué le gustaría introducir en el programa de fiestas que no hay ahora precisamente porque los recursos no son infinitos?
Ideas tenemos muchas, pero no es fácil introducir nuevas actividades por falta material de tiempo. El ritmo festivo debe acomodarse al ritmo vital de los vecinos, y ese depende de los distintos sectores de población. Cada uno de ellos elige sus actividades preferidas y se ajusta a ellas. Cada año intentamos organizamos alguna actividad novedosa y en caso de ser del agrado de los vecinos, hacemos que se consolide en los años siguientes. El ejemplo más claro es el de la Nochevieja Villoreja que ya estamos esperando de nuevo.
Aproveche estas páginas tanto en el periódico gratuito como en el digital para lanzar un mensaje a los vecinos de Villoria con motivo de las fiestas
El mensaje de los alcaldes siempre suele ser el mismo y de sentido común. Buenos deseos, llamada a la responsabilidad en los festejos populares e invitación a disfrutar de las fiestas a los vecinos y visitantes. Resulta difícil ser original en esto, precisamente porque no se trata de ser original, si no que de verdad esos deseos se cumplan y todo salga bien.
En verano se incrementa la población en Villoria y en estas fechas de fiestas también. ¿Está todo dispuesto para esta eventualidad: servicios, infraestructuras, abastecimiento de agua, etc?
Sí, se trata de estar un poco más atentos que el resto del año ante cualquier eventualidad que pueda presentarse. Afortunadamente Villoria es un pueblo muy bien dotado de infraestructuras y servicios que puede absorber perfectamente el aumento de población. También aprovechamos la coyuntura para aumentar el número de actividades culturales, deportivas y de ocio en general. Como ocurre con el tema de los incendios, que es mejor prevenirlos en invierno, hay que aprovechar el resto del año para los trabajos necesarios de renovación y mantenimiento de servicios.
Es momento también para hacer valoración de la gestión pública de la Corporación en el municipio a un año de la constitución del Ayuntamiento
Evidentemente en este tema es difícil ser objetivo siendo el alcalde. En resumen, tenemos entre manos media docena de proyectos que se encuentran en distintas fases. Hemos superado lo peor de la crisis económica, cancelado gran parte de la deuda municipal y estamos en disposición que hacer lo que no pudimos en la legislatura anterior.
¿Qué retos desea afrontar el alcalde para el futuro?
Lo más inminente serán las obras de pavimentación de distintas calles con los fondos de los Planes Bienales de la Diputación Provincial. Disponemos para ello de unos 190.000 euros para utilizar este mismo año una vez que acaben las fiestas patronales. Simultáneamente afrontaremos la renovación de la cubierta del pabellón municipal y de la planta baja del Centro Social. Y antes de terminar el año renovaremos otra parte del alumbrado público y haremos una nueva calle del Plan Parcial. Los retos y las necesidades son muchas pero las afrontaremos paso a paso y una por una. Y así lo haremos año tras año con la aprobación de cada presupuesto municipal.
¿Qué demandas realizaría a las principales administraciones (Diputación y Junta) para potenciar el desarrollo de infraestructuras e iniciativas emprendedoras en la zona?
Lo que debemos pedir a todas las administraciones. Ojos y oídos. Ver y escuchar a los responsables de cada municipio porque nadie como ellos saben las necesidades ni conocen los problemas que tienen como ellos. La relación directa y personal es la mejor arma que tiene un político para saber lo que tienen que hacer y no perder nunca la perspectiva. Cuando se conocen las demandas y las necesidades de cada pueblo y cada comarca es mucho más fácil saber lo que hay que hacer.
Después de una primera legislatura, ya con experiencia, ¿cómo afronta este segundo mandato?
La primera legislatura fue muy complicada y se convirtió en un reto personal para todos los que la afrontamos y a los que nunca daré las gracias lo suficiente. Es una gran satisfacción que sigamos juntos de nuevo y con las mismas ilusiones. Ahora lo tenemos un poco más fácil, pero no hay nada peor que relajarse y nosotros no lo vamos a hacer. Sabemos lo que tenemos entre manos y lo que Villoria espera de nosotros. Fuimos uno de los contados equipos de gobierno de la provincia que aumentamos en número de votos y de concejales. Si los vecinos nos votaron más es porque esperan más. Y eso es en lo que estamos y para lo que trabajamos.
En estas mismas páginas usted se mostraba esperanzado con los proyectos de vertebración de la red de canales de regadío de Villoria / La Armuña. En estos meses se ha avanzado en las obras ¿cómo ve en estos momentos la extensión del sistema de regadío público?
Las obras han ido a buen ritmo pero se ralentizaron un tanto debido a los trámites necesarios para las concentraciones parcelarias de varios de los municipios afectados. Este es un momento de preocupación porque llevamos un año sin gobierno y es imprescindible la dotación presupuestaria anual para que el proyecto continúe. Espero que pronto tengamos un nuevo gobierno que dé tranquilidad, estabilidad y continuidad al proyecto. El futuro y las ilusiones de muchas personas y varios pueblos está en juego.
A todos los villorejos, con su corporación al frente, les preocupa el mantenimiento de población, que en general y de forma negativa afecta a la inmensa mayoría de pueblos. Villoria está logrando mantener su censo. ¿Qué necesitaría Villoria y las poblaciones que lo rodean para evitar la sangría poblacional?
Aunque Villoria es un caso aislado y poco habitual, la despoblación es un problema que nos afecta a todos y que todos pagaremos a medio y corto plazo. La comarca de Peñaranda cuenta con mucho pueblos que tuvieron una gran población hace décadas y ahora la tienen muy reducida. Eso representa un problema casi indisoluble porque es imposible mantener un gran casco urbano con muy poca población. Creo que ahí es donde deben estar la diputaciones provinciales y esa es su verdadera razón de ser. Proporcionar los medios y servicios necesarios para que la situación sea reversible y estos pueblos puedan sobrevivir. Lamentablemente contra la falta de natalidad no podemos hacer demasiado, pero sí luchar para convencer a nuestros propios vecinos que vivir en un pueblo, bajo mi punto de vista, es un privilegio.
¿Cómo analizaría el grado de colaboración entre equipo de gobierno y oposición?
Nunca he tenido problemas con la oposición. Conocen las cuentas municipales, conocen nuestros recursos y conocen nuestras posibilidades. Por supuesto que tendremos diversidad de opiniones sobre muchos temas y no estaremos de acuerdo en muchos otros. Afortunadamente creo que ambos grupos tenemos claro que el bien de Villoria está por encima de nuestras posibles diferencias. Un hecho muy significativo es que la inmensa mayoría de las votaciones plenarias se aprueban por unanimidad. Siempre hemos estado dispuestos a aceptar y a cambiar de opinión en caso de que su propuesta sea más acertada que la nuestra.
¿Cómo ve en general el municipalismo en la provincia salmantina?
Para mí la política municipal es la más bonita y real de todas porque es una política directa. Todos somos personas, no números en un censo. Me gustaría que todos los vecinos de cada pueblo pasaran alguna vez por la experiencia de la gestión municipal. Se darían cuenta de lo que supone de verdad y de que esa labor nunca estará lo suficientemente reconocida. La inmensa mayoría de alcaldes y concejales de nuestra provincia son personas casi anónimas entregadas al servicio de sus vecinos sin pedir nada a cambio. Y sólo ellos saben lo que supone, por muy pequeño que sea el pueblo al que representan. Llega un momento en que ya no pueden separar su vida privada del servicio a los vecinos.
¿Cree que la futura reorganización administrativa presentada por la Junta ayudará a preservar población en el medio rural?
Me he manifestado en varios ocasiones sobre este tema pero no me importa repetirme. Cualquier reorganización de este tipo debe partir desde abajo, desde los propios pueblos y escuchando sus peticiones. Esa es una premisa imprescindible para empezar a andar. A partir de ahí hay que poner los medios materiales y económicos para que de verdad sea efectiva. No se puede hacer una organización de este tipo con tiralíneas sobre un mapa. Entre otras cosas porque debajo de esas líneas hay pueblos con muchos siglos de historia y una identidad propia que ni puede ni debe desaparecer.
¿Cómo vive usted en el plano personal las fiestas, un momento que suponemos tendrá que estar coordinando con su equipo muchos pormenores para que todo se desarrolle con normalidad?
Sinceramente lo vivo y lo disfruto muy poco. Lo importante es que disfruten los vecinos y acompañarles en todo lo posible. Afortunadamente tengo la inmensa suerte de contar con un equipo de gobierno, y muchas más personas fuera de él, que se desviven y colaboran para que nada falle. Cada vez estoy más convencido de que mi mayor éxito como alcalde ha sido contar y reunir a todas esas personas para trabajar en un proyecto común.
Alguna consideración más para los lectores de SALAMANCA AL DÍA / SALAMANCArtv AL DÍA y vecinos de Villoria?
Que viva Villoria y la Virgen de la Vega. Y a mis vecinos les diría algo que ellos conocen muy bien: Valientes...sed buenos, disfrutad y no enganchéis la luz de las peñas al alumbrado público. Y, sobre todo, que no perdamos el sentido del humor.