Cada dos por tres aparecen noticias sobre la subida de tasas universitarias y lo difícil que es para un padre de familia llevar a sus hijos a la Universidad.
Cuando vi las primeras noticias me sonreía ante los argumentos ignorantes de los escribientes, después entré en la fase de depresión e indignación cuando se comentaba que el coste de los créditos en segunda, tercera o cuarto matrícula se doblaba y triplicaba. Pues eso está muy bien, el que no rinda o sea un vago debe ser castigado económicamente.
Ciertamente, la enseñanza universitaria en España no es gratuita a diferencia de algunos, pocos países europeos, pero no se puede decir que ir a la universidad no está al alcance de las familias de clase media o de clase obrera, en primer lugar porque la mayoría de las carreras en Castilla y León cuestan unos 18 euros por crédito, más de 30 carreras de Humanidades, Ciencias, Derecho, Ciencias Sociales o Económicas están en el entorno de esa cantidad, lo cual multiplicado por 60 créditos da un total algo superior a los mil euros por curso académico completo, lo cual significa 120 euros al mes. ¿ Acaso la mayoría de las familias de clase media no puede ahorrar esa cantidad de dinero, cuando solo en las vacaciones familiares seguro que se gastan una cantidad similar?.
La matrícula universitaria actualmente no cubre el 20 % de los gastos que genera un estudiante, por lo que solo podría bajar si existiera un incremento correlativo de la subvención estatal que en los últimos 10 años ha ido reduciéndose paulatinamente.
Por otra parte, a pesar de los enormes recortes en educación de los últimos años que han dejado postrada a la Universidad española y al resto del sistema educativo, solo gastamos el 4,12% del PIB, todavía disponemos de un sistema de becas no demasiado exigente y que permite al becario pasar de curso con asignaturas suspensas, algo que hace 20 o 30 años no era posible porque exigían aprobar todas las asignaturas e incluso una nota media superior al aprobado.
En segundo lugar, si la sociedad española desea tener una universidad completamente gratuita solo tiene que exigir a los políticos y al Gobierno de turno que triplique o cuadruplique el presupuesto estatal para la enseñanza universitaria aunque eso podría significar un importante aumento de impuestos ciudadanos, no?.
La sociedad española necesita una universidad de calidad, no una universidad masificada y con pocos recursos, con un profesorado muy envejecido y sin jóvenes ayudantes que se formen para ser buenos profesores e investigadores en el futuro.
Con esos mimbres ¿cómo se puede pretender que alguna universidad española esté entre las 100 primeras del mundo?, si el presupuesto anual de Oxford es casi diez veces el de la Universidad de Salamanca. Y no digamos los presupuestos de las Universidades americanas de prestigio.
Para que una universidad como núcleo de docencia e investigación desarrolle una labor de excelencia global necesita limitar el número de alumnos mediante un fuerte proceso de selección para que lleguen los mejores y junto a ello un incremento fundamental en el número de profesores y en su sistema de selección y un mayor personal de apoyo a la investigación, buenos laboratorios actualizados constantemente, sin angustias financieras en el día a día como por ejemplo el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.
Todo eso significa dinero y olvidarnos de una vez de que todos nuestros jóvenes deben de hacer una carrera universitaria, la Universidad debe recibir a los mejores, a los que se esfuerzan y sacrifican, a aquellos capaces de rendir durante y después de la realización de su carrera. Las mejores Universidades del mundo, las que lideran los ranking, escogen a sus futuros alumnos entre los mejores expedientes y no permiten el ingreso a aquellos que no tienen las cualidades que se necesitan para una carrera universitaria.
P.D: La matrícula universitaria en las Universidades de Oxford y Cambridge en Gran Bretaña cuestan unas 22.000 libras anuales multipliquen por 1,50 euros
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.