Entipada corrida de toros de El Puerto de San Lorenzo para el jerezano Juan José Padilla, el mexicano Joselito Adame y el salmantino Juan del Álamo
Llegaba la seriedad del toro a Bilbao con una entipada corrida de toros de El Puerto de San Lorenzo para el jerezano Juan José Padilla, el mexicano Joselito Adame y el salmantino Juan del Álamo.
Salió sueltecito como es típico en su encaste el precioso primero, pero que en las telas del jerezano metió la cara con suavidad, a la verónica lo lanceó Padilla con capotazos templados. Le hizo las cosas perfectas "Mambrú" en una lidia impecable ante un toro que empujó con clase en el jaco. Garboso y ceñido resultó el quite de Adame antes de un buen tercio de banderillas de Padilla, en el que el toro del Puerto siguió manteniendo sus virtudes. Tomó la muleta con gran bravura y clase este primero en una muleta templada de un Padilla muy centrado. El animal hacía el avión, entregado en cada muletazo, repitiendo de una manera importantísima ante un torero que tiró de su repertorio de mayor templanza. Cuando tomaba la muleta por el izquierdo el animal pese a tener la misma clase que en el otro pitón amagó con irse a tablas, lo que más tarde haría de forma definitiva. Un animal que hubiera sido mejor sacarlo fuera del tercio, arropado en el tercio el animal cantó la gallina, quizás con la querencia menos acusada se hubiera sostenido. Cerró Padilla por manoletinas con el toro ya desentendido del jerezano. Faena de más a menos la vivida en el primero de la tarde. Mató al segundo intento de una estocada tendida y caída, por lo que fue ovacionado.
Ya desde salida cantó el segundo de la tarde que su condición no era igual a la de su hermano anterior. Salió desentendido del capote del mexicano y manseó de forma clara en el caballo. Destacó Miguel Martín en el tercio de banderillas con un par eficaz. En la muleta llegó el toro con una embestida descompuesta, sin entrega en los trastos, en una faena tesonera del mexicano. Porfió Joselito en una labor aseada de un torero con oficio que se chocó ente un toro con movilidad pero de descastada embestida. El del Puerto tenía la virtud de la movilidad, pero esa era sin clase, lo que dificultaba ligar los pases con limpieza. Por el izquierdo se quedaba corto y se paraba en mitad del viaje. Tras pinchazo, estocada y dos descabellos fue silenciado.
Preciso de lamina resultó el tercero de la tarde al que recibió rodilla en tierra el salmantino Juan del Álamo, para luego dejar templados pasajes ante un toro con nobleza y buen son. Animal protestado por parte del respetable por su justeza de fuerzas. Acusó su merma física en el tercio de muleta, embistiendo rebrincado y arrastrando las patas. Descompuesto embistió el animal. Pese a la disposición del salmantino la faena no tomó vuelo. En un momento de la faena el animal perdió pie y pisó el tobillo del torero con los cuartos traseros, pese a ello el torero ni se miró y volvió a la cara de un animal que quería más que podía, de ahí que sus embestidas eran defensivas por esa condición feble del toro. Dejó un par de naturales de fino trazo en las postrimerías de la faena, así como dos tandas de mayor ligazón pero faltas de emoción. Cerro la faena en la distancia corta consiguiendo meter al público en la faena. Tras una estocada algo trasera fue ovacionado tras escuchar un aviso.
Desigual resultó la pelea del cuarto en el caballo, lo que ya había evidenciado en el capote de Padilla, el cual lo recibió de rodillas en el tercio. Templó y alivió al animal Daniel Duarte para sacarlo del jaco en un último puyazo algo excesivo. Brindó Padilla su tercio de banderillas al público en una actuación solvente en la que volvió a brillar por su facilidad y temple Duarte. Legó a la muleta el cuarto de la tarde embistiendo con cierto celo y transmisión en un inicio de faena sacándose el animal a los medios. Conforme fue avanzando la faena empezó a quedarse más corto el animal, que seguía manteniendo la nobleza pero pecaba de falta de clase. Iba y venía el del Puerto sin humillar pero con esa nobleza que permitió al jerezano tirar de su toreo para calar en el público. Molinetes, circulares por la espalda, hizo todo lo que estaba en su repertorio, ese que el público que va a verle gusta de presenciar. Tras pasaportar al animal de una gran estocada y dos descabellos se le pidió la oreja, concedida finalmente por presidente.
Embistió de forma templada el engatillado quinto al capote de un Adame que salió a darlo todo desde su saludo en el tercio. Destacó en buen tercio de varas de óscar Bernal, rápido y en la yema. Garboso y templado fue el quite de Juan del Álamo ante un toro que se iba a los vuelos embistiendo con gran temple al percal. Volvieron a destacar en banderillas Miguel Martín y Fernando Sánchez. Embistió el animal como los grandes toros mexicanos, gateando y queriéndolo todo por abajo, en un trasteo acompasado y fino trazo. Toro nada fácil, ya que no quería toques bruscos sino caricia en cada muletazo, acertó el azteca en imprimirle la suavidad que pedía el animal, toro bravo que requería de una muleta de seda. Por el izquierdo le faltaba mayor celo a un toro que aun teniendo nobleza no embestía igual. Animal que embestía mejor sin inercias, haciéndolo de parado, acertó Adame en darle aire y espacio entre tanda y tanda dentro de un buen trasteo pero al que le faltó mayor rotundidad aún siendo una buena faena. Pecó Adame en acortar las distancias, lo que ahogó algo las embestidas, buscando más el triunfo por la vía de la efectividad que del toreo ortodoxo. Cerró por bernardinas para cortar una oreja tras pasaportar de una buena estocada a un buen toro en una labor sincera y templada.
No se dejó torear de capa el que hizo sexto. Del Álamo intentó llevarlo largo pero este embestía con las manos por delante y reponiendo. Llegó a la muleta el del Puerto embistiendo con transmisión y temperamento ante una muleta poderosa del salmantino. Las dos primeras tandas fueron para ahormar a un animal que embestía con todo. La tercera faena si tuvo mayor limpieza, humillo el toro tras la pañosa del salmantino en cuatro muletazos a tener en cuanta, pero en mitad de la serie el toro lo desarmó. Tomó la zurda para continuar su faena ante un toro que lógicamente ya estaba venido a menos. Disposición, paciencia y fe le puso del Álamo a un trasteo que no tomó el aire que había conseguido en la tercera tanda. Se atemperó el animal, pero sin embargo esas embestidas con transmisión se convirtieron en anodinas lo que restó transmisión al tendido. No le volvió la cara en una faena en la que acortó distancia en las postrimerías de la faena, se puso en en el sitio ante un animal que ya estaba muy agotado. El punto de inflexión vino en ese desarme que a buen seguro de no haberse producido hubiera dejado ver un trasteo de mayor opciones. Se atascó con los aceros y fue silenciado.
PABLO LÓPEZ RIOBOO /CULTORO.COM
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Bilbao. Corridas Generales, tercera de abono. Corrida de toros.
Toros de El Puerto de San Lorenzo, en tipo, con seriedad y buena presentación. Destacaron los enclasados y boyantes primero y quinto, se dejó el noblón cuarto, mientras que los restantes dieron menos juago.
Juan José Padilla (azul pavo y oro): Ovación con saludos y oreja
Joselito Adame (nazareno y oro): Silencio y oreja