A poco que observemos las calles de la ciudad textil podemos encontrar en la actualidad viviendas que guardan todos los rasgos de las construcciones de hace ocho siglos
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Los orígenes de Béjar o, al menos, su reconquista y repoblación ?y en esto parecen estar de acuerdo los historiadores que han estudiado esta materia? se remontan a los años finales del siglo XII, reinando en Castilla el rey Alfonso VIII. En la Crónica Compostelana se hace referencia a la repoblación del territorio por este monarca cuando señala que "el mismo rey pobló mucho tiempo antes a Cuena, Huete y Cañete y Alarcón y Plasencia y Béjar". Lo cierto es que el primitivo asentamiento en este lugar o cerro oblongo de pobladores qual quier que venir quisiere poblar Beiar de creencia qual quier que sea cristiano, moro o iudio, como en su rúbrica 14ª señala el Fuero, se produjo durante la Baja Edad Media o, dicho de otro modo, en los años finales del XII y durante los siglos XIII, XIV y XV. Para esas fechas la vivienda medieval ya se hallaba bastante evolucionada en su forma y tipología constructiva, asentamiento y orientación, uso y disposición de materiales, así como en la ordenación del espacio interior destinado a sus moradores -las personas y los animales domésticos? y para guardar lo cosechado para su venta o trueque o el consumo de aquellos.
Si desde el Neolítico y edades posteriores el espacio destinado a vivienda podría ofrecer gran variedad de plantas: cuadrada, rectangular, circular o elíptica ??como nos muestran algunas reconstrucciones de poblados celtas o celtíberos?, la ahora predominante será la rectangular con uno o dos pisos, según la clase social de sus moradores, con puerta de acceso y vanos adintelados aunque a veces, se emplea el arco de medio punto y, también, el apuntado u ojival. Generalmente se cubre con techumbre vegetal y, más tarde, con tejado a una o dos aguas de pendiente pronunciada, exigido por la climatología local, en el caso bejarano, con abundantes precipitaciones de lluvia o nieve. El empleo de la piedra (en raras ocasiones labrada en sillares o en secciones de forma de prisma rectangular para jambas y dinteles), el adobe (elemento más ligero, en el piso superior) y la cal, usada como mortero, daban lugar a la estructura del edificio sobre la que se asentaban vigas y travesaños de madera para sostener el tejado.
Evolución de las viviendas
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Hasta épocas más avanzadas las viviendas populares ?como eran la mayoría? carecían de escaleras interiores construidas, cuando disponían de más de una planta, y de chimeneas para la evacuación de humos que se realizaba a través de puerta y ventanas. El empleo de materiales combustibles como la madera ?usada en la estructura del edificio y en el escaso mobiliario y enseres de la misma? y el hecho de estar edificadas las viviendas unas junto a otras con escasos espacios de separación entre ellas daba lugar a frecuentes incendios que destruían manzanas completas.
Cuando, al paso del tiempo, este tipo elemental de vivienda evoluciona, aparecen nuevas zonas destinadas a la vida doméstica: hogar o cocina, dormitorios; laboral: cuadras para animales de labranza o domésticos y lugar donde guardar aperos y utillaje, cuando se trataba de campesinos; amplios zaguanes para la manufactura y venta de productos, si sus moradores eran artesanos o comerciantes; lagar y bodega para la elaboración y conservación del vino, y de almacenaje y previsión: sobrado o desván ?en el lugar entre la cubierta del piso y el tejado? para el acopio de cereales, frutos, legumbres y productos cárnicos conservados en salazón o chacinas.
Como la brevedad del espacio destinado me impide proseguir ofreciendo más detalles sobre el tema de este artículo, invito, desde aquí al lector interesado a que indague y observe, en algunos barrios bejaranos del casco histórico, la pervivencia de la vivienda medieval en la ciudad, con las lógicas modificaciones impuestas por el paso del tiempo y el bienestar de sus moradores. Que tal búsqueda sea fructífera y provechosa.
ANTONIO AVILÉS AMAT
Centro de Estudios Bejaranos
Bibliografía MARTÍN MARTÍN, Mª Carmen, Síntesis de la historia medieval de Béjar en José María Hernández Díaz y Urbano Domínguez Garrido (coord.), Historia de Béjar, vol. 1, p. 196. CEB, Salamanca, 2012. Ob. cit. p. 208. GUTIÉRREZ CUADRADO, Juan, El fuero de Béjar.- Universidad de Salamanca.-Salamanca, 1975, p.35 Por ejemplo, el poblado celta de Sta. Tecla en Guarda (Pontevedra). |