CANTALPINO | Recital de trofeos en una tarde en la que los toreros estuvieron por encima de los astados / El público ocupó más de la mitad del coso cantalpinés
La apuesta por los toreros locales mereció la pena. Los aficionados de Cantalpino y muchos procedentes de varios puntos de la provincia disfrutaron de una tarde abundante en trofeos, 7 orejas y un rabo, pero también de buenos detalles de unos toreros que estuvieron, en general, por encima de los astados. Al público le gustó el pundonor de Damián Castaño, la suavidad de Edurado Gallo, la templanza de Javier Castaño y el empeño de Alexis Sendín.
Los cantalpineses ocuparon más de la mitad del coso de Cantalpino, en el que Javier Castaño cortó dos orejas al primero de la tarde, un novillo noble que destacó por su fijeza.
En el segundo, Eduardo Gallo se esforzó para levantar las fuerzas de un novillo que doblaba las patas con frecuencia. Lo toreó con suavidad, con temple y logró cuajar buenas faenas con las que logró cortar dos orejas.
Damián Castaño se metió en el bolsillo a la plaza cantalpinesa. Su descaro, el toreo de rodillas y las ganas que echó al tercero le sirvieron para llevarse las dos orejas y el rabo nada más meter hasta el fondo la espada.
Al cuarto, Alexis Sendín lo toreó bien, con empeño, pero no encontró la suerte con la espada. Hubiera sido una tarde redonda de haber ejecutado la suerte suprema adecuadamente.
Paseíllo de Ismael Martín
Bonita jornada taurina la vivida en Cantalpino, que disfrutó ya por la mañana un apasionante encierro a caballo desde el Camino de Peñaranda y que se clausuró con la suelta de vaquillas tras el festival taurino con los diestros de la tierra, a los que acompañó en su paseíllo Ismael Martín, destacado alumno de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.
Con información del cantalpinés Ismael Martín
Alumno de la Escuela de Tauromaquia