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El Museo de la Industria Textil
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NUEVO ESPACIO MUSEÍSTICO

El Museo de la Industria Textil

Actualizado 13/08/2016
JAVIER RAMÓN SÁNCHEZ

El Centro Bejarano debe ser un lugar que permita asomarse a la actividad que durante siglos hizo de esta ciudad una de las más prósperas

La industria textil lanera fue el principal motor económico de Béjar durante varios siglos y, aunque las sucesivas crisis, regulaciones y vaivenes de los mercados avisaron de los problemas que se avecinaban, lo cierto es que nos cogió con el paso cambiado y sólo sobrevivieron algunas fábricas.

Hace muchos años, allá por la década de los veinte del siglo pasado, ya hablaba la prensa de la conveniencia de construir un museo que recogiera el legado de la industria textil bejarana. Pero el proyecto se fue retrasando por diversos motivos y, de este modo, se perdió la oportunidad de conservar máquinas singulares, documentación, etc., que se han perdido sin remedio.

Pero hablemos del presente. Como verán por el título, yo sigo defendiendo el nombre de Museo de la Industria Textil (MIT). Lo hago porque en muchos pueblos hay museos textiles de aspiraciones muy limitadas y que, en parte, son museos etnográficos. El de Béjar pretende ser un verdadero Museo que permita al que lo vea asomarse a la actividad que durante siglos hizo que Béjar fuera una de las zonas más prósperas de Castilla.

Reconozco que me gustaban más otros emplazamientos, utilizando antiguos inmuebles textiles en desuso. Algunos sólo hubieran necesitado un lavado de cara y no la construcción del edificio partiendo casi de cero. Pero se edificó en el lugar ocupado por el antiguo Tinte de Gilart y, después de un largo e intrincado proceso, no hace mucho que pasó a ser propiedad del pueblo de Béjar.

El Museo de la Industria Textil | Imagen 1
El Museo de la Industria Textil | Imagen 2

En estas circunstancias, los responsables políticos locales decidieron el año pasado que ya era hora de que el Museo comenzara su andadura y así lo hicieron. Para ello, se ubicó allí la maquinaria industrial de que se disponía (aunque faltan cosas), aparatos de laboratorio, material bibliográfico y de archivo, fotografías y algunos bienes cedidos por particulares y organismos oficiales.

Comprendo que hay situaciones que se enquistan y es necesario darles salida de alguna manera, pero echo de menos haberlo organizado según un Proyecto Museológico realizado por una empresa especializada, aunque soy consciente de que eso cuesta mucho dinero y no lo había.

Pero, en fin, el Museo está hecho y en funcionamiento, por lo que felicito a todos los que han trabajado para que ello fuera posible. Se ha dado un paso importante, pero ahora toca avanzar en su perfeccionamiento. Y me consta que las autoridades municipales responsables del Museo están abiertas a sugerencias de mejora, por lo que me voy a permitir apuntar desde aquí algunas ideas que, si las consideran de interés, podrían ser implantadas progresivamente.

En primer lugar, hay cosas que quedaron pendientes y que hay que hacer, como poner en marcha la turbina y actuar sobre el sistema de calefacción.

En segundo lugar, pienso que es conveniente hacer una página web bien organizada y actualizada, además de tener presencia en las redes sociales más conocidas. Hay que buscar también una cierta interactividad que estimule la curiosidad de los visitantes por el proceso textil, especialmente de los niños de los colegios. También podrían organizarse actividades divulgativas (conferencias, demostraciones,?) y exposiciones temporales, confeccionar recuerdos para vender, etc.

Algo que sería poco costoso y luciría bastante es la confección de paneles para poner a la entrada y en los que se explique de forma esquemática y muy gráfica el proceso textil de la lana, para que el visitante se haga una idea rápida de conjunto. Y, también a la entrada, disponer de una maqueta en la que, con la línea conductora del río Cuerpo de Hombre, se ubicaran en sus orillas las fábricas existentes hechas a escala. Luego habría que reubicar la magnífica colección de dinamómetros de hilos y tejidos cedidos por Gómez-Rodulfo, para que luzcan todos juntos. También se prestan a demostraciones prácticas.

Hay que seguir completando los fondos bibliográficos y la documentación escrita y gráfica disponible, para que ésta llegue a ser exhaustiva sobre la industria textil de Béjar y pueda ser estudiada por los investigadores interesados. El objetivo es crear un importante Centro de Documentación y, a ser posible, en una zona separada del laboratorio.

Y sería conveniente la existencia de un Patronato o Fundación que rigiera los destinos del Museo, con un presupuesto asignado. Comprendo que, en los tiempos que corren, las disponibilidades presupuestarias son muy limitadas y, dado el importante número de museos de que dispone Béjar, quizá procediese un único Patronato para todos. Que la solución la den los expertos.

Un museo es algo vivo y siempre hay cosas que hacer para perfeccionarlo. Hay una buena base de partida, pero es importante para el MIT que vayan dándose pasos para mejorarlo, sin prisa pero sin pausa.

Javier R. Sánchez

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