Aseguran que se trata de una "privatización solapada" que, además, supone una "menor visibilidad evitando paralizaciones judiciales"
"Las Unidades de Gestión Clínica son el nuevo modelo de gestión que SACYL quiere implantar con celeridad, haciéndole creer a la población que con este modelo mejorará la asistencia sanitaria pero la realidad es que esconde un modelo de privatización solapada y con menor visibilidad evitando paralizaciones judiciales". Es la denuncia que hacen desde la Federación de Servicios Públicos de UGT Salamanca.
De igual manera, desde el sindicato aseguran que "el señor Sáez Aguado 'vende' como un logro la implantación de estas unidades en nuestra comunidad pero la realidad, es que los dos proyectos piloto que se hicieron en Zamora y Valladolid han sido un verdadero desastre y fueron desmantelados por orden judicial. Estas unidades se crearon sin soporte legal y es preocupante que no se hagan públicos el análisis y evaluación de las mismas, si realmente creen que este sistema es la "panacea" para solucionar los problemas de la sanidad pública".
Aunque en el Decreto se menciona que no se aumentará la contratación de personal sanitario con la implantación de las nuevas UGC, en UGT sostienen que "es casi seguro que aumentará la contratación de personal político que controle las múltiples evaluaciones y la ingente burocracia que se va a generar".
"La palabra clave de estas unidades son los objetivos, lo que quiere decir que lo que prima es el ahorro económico: reducir gastos a toda costa, aunque se deteriore la calidad asistencial. Repartiendo incentivos entre los profesionales, incentivos que con el tiempo irán menguando mientras los objetivos serán cada vez más duros. La idea es impregnar al personal sanitario de ideología empresarial, de forma que al paciente se le vea como un generador de gastos que implicará cobrar menos a final de año. De esta manera quieren HACER COMPLICES AL PERSONAL SANITARIO DE LA PRIVATIZACIÓN DE LA SANIDAD PÚBLICA. Y así, "enfrentar" a profesionales y población para que no puedan unir fuerzas y parar esta privatización, que ya ha dado su pistoletazo de salida", añaden.
La preocupación en la Federación de Servicios Públicos de UGT Salamanca es importante, como podemos comprobar en algunos fragmentos de su comunicado:
De momento, en el Decreto, no se les dota de personalidad jurídica propia pero la FeSP-UGT se teme, que a medio plazo (6-7 años) hagan otro decreto diciendo que la UGC que hayan superado "X" años satisfactoriamente, son dotadas de personalidad jurídica y es a partir de ese momento cuando la unidad queda privatizada sin posibilidad de dar marcha atrás. Esto permitirá la entrada de capital privado, que podrá influir de manera directa en las decisiones sobre: qué hacer, cómo, quién y con qué.
Por otro lado está Atención Primaria, donde su actividad quedará sometida a los intereses empresariales de las nuevas unidades, con la función de realizar el cribado de pacientes y patologías atendiendo a criterios de rentabilidad. Se pensaran mucho las derivaciones a especializada porque esto puede hacer que a final de año no se cobren los objetivos.
Todo esto va a suponer una pérdida de calidad, seguridad y de acceso a los servicios para la ciudadanía, especialmente de los pacientes aquejados de patologías no rentables económicamente para las nuevas Unidades Clínicas, las cuales podrán apropiarse de los beneficios económicos que generen a costa de los pacientes.
La FeSP-UGT se pregunta qué intereses ocultos están detrás de este modelo de gestión, que primará los beneficios económicos de unos pocos por encima del interés de la ciudadanía. Existen instrumentos en la gestión pública que se pueden utilizar, con la participación de los profesionales sanitarios, de forma abierta y transparente.
La FeSP-UGT sólo ve una forma de paralizar esto y es reforzando la alianza social y profesional en DEFENSA DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO. Y sobre todo quiere dejar claro que el sistema sanitario es un bien que pertenece a la ciudadanía y no a los políticos de turno. DEFENDAMOS NUESTRA SANIDAD PÚBLICA.