Impulsado por Asprodes, está dirigido a cualquier persona con diversidad funcional que, en su afán de superación, demande recursos de apoyo a su independencia
El Servicio de Vida Independiente, impulsado por Asprodes Salamanca en el año 2014 en colaboración con la Obra Social La Caixa, supone un importante cambio en la manera de entender y atender la diversidad funcional. Una novedosa iniciativa encaminada, tal y como explica Elena Polo, coordinadora del Servicio de Vida Independiente, a favorecer la plena inclusión proporcionando a cada usuario el apoyo que necesita para desarrollar su proyecto de vida en comunidad, con más autonomía y con mayor capacidad de decisión. El Servicio de Vida Independiente, que a día de hoy camina con paso firme, es una herramienta idónea para favorecer sus oportunidades de interactuar y de participar en la vida social.
La máxima autonomía y tener una vida independiente es uno de los derechos fundamentales recogidos en la Carta de Derechos de Asprodes. De igual manera, la Ley de Dependencia (Ley 39/2006 de promoción de autonomía personal y atención a personas en situación de dependencia) reconoce, en su artículo 19, la asistencia personal como un servicio de ayuda personalizada para la vida independiente. Con el objetivo de seguir avanzando en la prestación de servicios de calidad, y sobre todo próximos y ajustados a las necesidades reales de los destinatarios, nace el Servicio de Vida Independiente, un servicio a la carta, estructurado en varias áreas de atención (prestaciones de catering, limpieza, lavandería y asistencia personal de forma individualizada), y que como subrayan desde Asprodes está dirigido a cualquier persona con diversidad funcional que, en su afán de superación, demande recursos de apoyo a su independencia. La particularidad de esta iniciativa, que aúna el esfuerzo de los profesionales de entidades sociales como Asprodes, asistentes personales, usuarios y familias, reside en el modo en cómo se presta, ya que es el destinatario el que decide el tipo de apoyo, cuándo y cómo lo recibirá y quién se lo prestará. Este servicio es un ejercicio de autodeterminación, entendido como el derecho de las personas con diversidad funcional de controlar sus vidas en todos los ámbitos, al igual que el resto. En otras palabras, "un proyecto con un matiz de palanca de cambio importante, el asistente personal".
Hasta junio de este año, 45 personas han accedido al Servicio de Vida Independiente, siendo la asistencia personal (38) el más solicitado. Asprodes, en la misma línea, ha iniciado el pilotaje de un proyecto dirigido a personas jubiladas o a punto de jubilarse, y dentro de la colaboración con otras entidades ha hecho extensivo este servicio desde 2015 a Asdem (Asociación de Esclerosis Múltiple de Salamanca) y que, entre otros objetivos comunes, favorece la formación de personas con discapacidad intelectual como auxiliares de asistente personal.
Asistente personal
La figura del asistente personal es un concepto mucho más amplio que el meramente asistencial, ya que abarca desde la ayuda para realizar acciones cotidianas (levantarse de la cama, ir al trabajo, ordenar la casa...) a actividades de ocio y tiempo libre, formativas, de planificación y ayuda en la toma de decisiones o de acompañamiento al trabajo, entre otras. El asistente personal acompaña y ayuda a la persona con diversidad funcional en todas esas tareas que no puede realizar por sí mismo. Y hay un aspecto que no se puede pasar por alto y es la relación entre el asistente personal y la persona asistida, ya que ambas partes van a compartir muchos momentos juntos. Un vínculo emocional que se sustenta sobre el respeto y la confianza entre ambas partes.
Ser INDEPENDIENTE, un DERECHO
Las experiencias de Ana Daría, José Luis, Flora, Carmen o Javier son el mejor ejemplo del apoyo que presta Asprodes para que ser independiente no sea solo un reto, sino un derecho. Acompañados de sus asistentes personales, María Pellitero y Patricia Carra, relatan su experiencia. Este ha sido el enriquecedor encuentro con todos ellos.
A primera hora de la mañana, antes de dirigirse al Centro Ocupacional El Arca, nos recibe Ana Daría Pérez en su casa, acompañada de María, su asistente personal desde hace poco más de un mes, y que la ayuda a organizarse para empezar el día. Ambas reconocen que "han congeniado bien", algo mucho más fácil de conseguir por "la posibilidad de elegir a su asistente". Ana Daría acaba de finalizar el curso de Violencia de género y discapacidad intelectual, impartido desde el pasado mes de febrero, en la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca, dirigido a formar mediadores ante casos de violencia de género.
Desde hace un año, María también es asistente personal de José Luis García, al que ayuda con temas de gestión económica para organizar mejor sus recursos. José Luis, aunque es independiente y vive con su pareja, considera una "buena ayuda" contar con un asistente personal para resolver en determinados momentos sus dudas.
"Confiar en Asprodes"
"Mi madre quería que fuera más independiente, y después de evaluar, decidimos confiar en Asprodes". Desde hace casi un año, Javier Gómez Tejero, estudiante universitario de Traducción e Interpretación, cuenta con el apoyo de su asistente personal (María) para llevarlo en coche a la facultad o para organizarse a primera hora del día. Tareas que, a medida que ha ido ganando en autonomía, Javier ha ido estimando si seguía necesitando contar o no con ayuda. Y es que, como señala la coordinadora Elena Polo, "el éxito es que el asistente vaya desapareciendo o reduciendo las tareas de apoyo". También es trabajo del asistente "ir evaluando otras necesidades subyacentes". "Estoy contento", asegura Javier, y ése es el mejor balance.
Apoyos individualizados
En el caso de Flora, contar con apoyo, asegura, le ha dado "más libertad" a la hora de desenvolverse en su vida cotidiana. Su asistente personal, Patricia, no duda en resaltar que "los apoyos que se prestan son de mucha más calidad, al ser apoyos individualizados, con resultados muy satisfactorios". No solo sentirse, sino llegar a ser más independiente es lo que permite la asistencia personal, la cual también, como es el caso de Carmen, enseña a gestionar el tiempo libre y a realizar actividades de ocio. Una de las cosas que más le gusta a Carmen, por ejemplo, es bailar, algo que ha terminado contagiando a su asistente personal en las clases de baile.
Mefacilyta, tecnología para gestionar las emociones
En la cartera de servicios de Vida Independiente también se incluye el asesoramiento en tecnología y productos de apoyo que favorezcan o faciliten la autonomía en diversas áreas de la vida diaria (aplicaciones para la gestión económica, control medicación, telerehabilitación, productos para el aseo, alimentación, movilidad y transferencia).
Asprodes es una de las entidades que utiliza la app Mefacilyta creada por la Fundación Vodafone, una herramienta para aumentar las capacidades y procesos de aprendizaje. Su objetivo es promover la autonomía de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. La app permite generar apoyos con texto, vídeo, audio, imágenes y otros elementos. Las personas los consultan para realizar actividades de su vida diaria: desde ponerse la ropa o coger el transporte público hasta trabajar y tomar decisiones.