Cursillo olímpico: Álvaro de Arriba y Laura Ester Ramos están en los Juegos, no en las...
Álvaro de Arriba, a la derecha, en Barajas en la jornada del jueves justo antes de volar hacia Río junto a su compañero del 800 Daniel Andújar y el mirobrigense Manuel J. Gómez Fraile, que se iba a Estados Unidos
En una situación inusual, las ceremonias de apertura y clausura tendrán lugar fuera del Estadio Olímpico que acogerá el atletismo
El Movimiento Olímpico se vestirá de gala desde este viernes en Río de Janeiro para disfrutar del mayor espectáculo deportivo del planeta. En Río, la comarca de Ciudad Rodrigo va a tener dos representantes: el atleta de La Fuente de San Esteban Álvaro de Arriba, que tomará parte en los 800 metros lisos de atletismo a partir del viernes 12; y la waterpolista Laura Ester Ramos, con orígenes familiares en Peñaparda, que jugará con la Selección Española ?vigente plata olímpica- el primer partido el martes 9.
Antes del arranque, no está demás hacer un minicursillo para explicar algún que otro concepto clave, como que lo que comienza en Río de Janeiro son los Juegos Olímpicos, y no las Olimpiadas, que no son ni mucho menos lo mismo pese a que en España se suelen usar erróneamente como sinónimos y que incluso la Real Academia Española de la Lengua siga diciendo con toda su chulería que sí lo son.
Por explicarlo de forma sencilla, una Olimpiada es un período de 4 años, mientras que los Juegos son una competición que dura 17 días (19 si contamos el fútbol que empezó el miércoles).
Los Juegos (lo que comienza hoy en Río) se desarrollan durante el primer año de cada nueva Olimpiada (que empieza el 1 de enero), en la que realmente está involucrado cualquier deportista del mundo que participe en un deporte que forme parte del programa olímpico.
De este modo, la historia del Movimiento Olímpico desde la recuperación de los Juegos en Atenas'1896 está dividida en ciclos de 4 años, siendo la actual la 31ª Olimpiada de la Era Moderna. Cada Olimpiada suele incluir unos Juegos Olímpicos, pero no siempre ha ocurrido así, ya que hubo tres ocasiones en que no se celebraron Juegos por causa de las dos Guerras Mundiales (1916, 1940 y 1944).
Así, pese a ser los de Río los Juegos de la 31ª Olimpiada (como indicarán los rótulos de televisión en el inicio de la Ceremonia de Apertura: Opening Ceremony ? Games of the XXXI Olympiad), realmente son los 28º Juegos de Verano de la historia.
Por otro lado, hay que recordar que aunque se habla de forma genérica de Juegos Olímpicos para referirse a citas como la que comienza en Río, realmente habría que matizar que son Juegos de Verano, porque también hay Juegos Olímpicos de Invierno, e incluso ahora mismo existen Juegos Olímpicos de la Juventud de Verano y de Invierno.
Las ceremonias, fuera del Estadio Olímpico
En torno a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, hay que explicar una peculiaridad importante en la que está involucrado Álvaro de Arriba. Tradicional e históricamente, las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos tienen lugar en el denominado Estadio Olímpico, que es sede de la competición de atletismo. En este sentido, en cualquier otra edición olímpica, Álvaro de Arriba habría acudido a la inauguración al mismo lugar donde tendría que competir a partir del día 12.
Sin embargo, en un hecho totalmente inusual, el Comité Organizador de los Juegos de Río ha decidido que las ceremonias tengan lugar en un lugar diferente al Estadio Olímpico, en este caso, en el conocido Estadio de Maracaná. De cara a la organización de las ceremonias, al no tener una pista de atletismo, es más pequeño, aunque siga siendo uno de los recintos del mundo que más espectadores alberguen.
La duda a estas horas está en saber qué va a ocurrir con el fuego olímpico que se prendió en mayo en las ruinas de Olimpia (Grecia) ?sede de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad-. Habitualmente el pebetero se prende durante la inauguración en el Estadio Olímpico y allí preside la competición de atletismo. Al tener lugar la inauguración en un lugar diferente, aún no se sabe dónde va a quedar situado el fuego sagrado, con el cual se encenderá el pebetero olímpico en torno a las 3.40 horas de la madrugada del viernes al sábado (hora española, 5 menos en Río de Janeiro).
Por cierto, en torno al desfile de atletas de todo el mundo que tendrá lugar en la inauguración, hay que recordar que se desarrolla por orden alfabético de países, con dos excepciones: Grecia, como cuna de los Juegos Olímpicos, abre siempre el desfile; y el país anfitrión, en este caso Brasil, se encarga de cerrar la comitiva.
Junto al desfile de los atletas y del encendido del pebetero, la ceremonia de inauguración incluirá, además de los elementos de espectáculo que quiera incluir el organizador, la apertura de los Juegos por parte del Jefe de Estado, el discurso de los presidentes del Comité Organizador de los Juegos y del Comité Olímpico Internacional, la entrada al estadio y el izado de la bandera Olímpica mientras suena el Himno Olímpico compuesto por Spiros Samaras (en el que se recoge un poema del escritor y poeta griego Kostis Palamas llamado Espíritu viejo eterno e inmortal), o el juramento de atletas, técnicos y jueces.
Hay algunos deportistas que van a Río de Janeiro con la idea de ganar, pero como dijo la persona que recuperó los Juegos Olímpicos, el Barón Pierre de Coubertain, en la cena de clausura de los Juegos de Londres 1908, "Lo más importante en los Juegos Olímpicos no es ganar sino tomar parte", una frase que había escuchado en la Catedral de Saint Paul al Obispo de Pennsylvania.