Este lunes fue el turno de los paisanos del pueblo y diferentes aficionados a la tauromaquia que dieron muestra de su afición
Tarde de sol en Santiago de la Puebla. Tras la novillada sin picadores que tuvo lugar el domingo, este lunes era el turno de los paisanos del pueblo y demás aficionados a este mundillo. Tocaba capea de cuadrillas y peñas, familiares, amigos y gente de pueblos vecinos se acercaron llenando media plaza.
Con ganas, muchas ganas, responsabilidad de no fallar ante sus paisanos y los nervios a flor de piel, afrontaban la tarde los nueve que harían el paseíllo.
Los añojos de la misma ganadería que el día anterior, Gómez de Morales, de muy buen nivel y condiciones permitieron el disfrute de los valientes que se pusieron frente a ellos.
El primero, negro, lo recibió de capote Javier Crespo "Lagartijo" a la verónica, realizando un quite Bruno García Arias y con su respectiva réplica de mano del primer mencionado. En banderillas puso un par al violín el tercer formante de la cuadrilla, Daniel Hernández "El niño de la Plazoleta". Lo bueno llegó de muleta de la mano de Bruno. Encendió la chispa de la tarde. Templado y elegante el toreo que dejó ante el añojo, destacando al natural. Daniel por su parte pegó largos muletazos con ambas manos, tandas cortas y limpias las del santiagués.
El segundo de la tarde, colorado. Lo recibe en el tercio Agustín Arias "El Tin" con dos largas cambiadas que meten al público en faena. La chispa que Bruno encendió con el primero, se mantiene de la mano de "El Tin" que pone un adornado par de banderillas al novillo de Gómez de Morales. Con permiso del respetable brindó el novillo a Bernardo García "El Ber", compañero de cuadrilla. Con la de rojo (la muleta) desplegó un amplio repertorio de toreo de lo más vistoso, pases cambiados por la espalda, toreo de rodillas, naturales, derechazos, circulares, "poncinas", toreo de cercanías, una variedad y unos recursos que calentaron el ambiente y encandiló y puso en pie al público. "El Ber" no quiso quedarse atrás y propició unas tandas de derechazos de largo trazo y pureza al igual que el toreo al natural, ordenado y limpio, que permitieron al paisano quedarse con muy buen sabor de boca tras su actuación. Silvestre Sánchez "Tito" anduvo bien con la muleta montada.
El tercero y último de la ganadería salmantina, negro como su primer hermano. Recibe por verónicas Aniano Sánchez "Charrito" y le hacen quite Roberto Hernández "Rober F" y Francisco de la Nava "Piollo". Muletazos de nivel con ambas manos rematados con largos pases de pecho los de Aniano, que brindó el novillo al cielo en honor al reciente fallecido, el torero Víctor Barrio y en memoria de todos aquellos que han dado su vida engrandeciendo esta fiesta. Roberto y Francisco se dieron la mano y trazaron buenos muletazos por ambas manos.
Mejor o peor pero todos disfrutaron y el público en pie con sus actuaciones. Satisfechos con el trabajo y esfuerzo realizado seguro. Posteriormente se utilizaron los novillos en la capea popular para todos los valientes que quisieron bajar al albero santiagués y terminar de aprovechar las buenas condiciones que habían tenido los animales. Toreo, recortes y saltos dieron fin a una mini-feria muy atractiva.