La expedición salmantina retorna a tierras charras tras una mañana de despedida cargada de emoción
Y entre lágrimas terminó todo. Poco que contar y mucho que sentir de la última mañana de un Campus Rudy Fernández que ha vuelto a ser un rotundo éxito en su décimo aniversario, a pesar de no poder contar todos los dias con la presencia de Rudy Fernández, que estuvo pendiente desde la distancia de todos sus chicos.
Por décima vez jugadores y monitores se fundieron en besos y abrazos bañados por las lágrimas de emoción de la despedida a una semana de ilusión, energía y diversión, siendo canalizadas todas esas emociones y sentimientos a través del baloncesto.
Una décimo adios, un decimo hasta pronto, citandonos para el futuro, comenzando la cuenta atrás para volver a aterrizar en tierras mallorquinas para volver a disfrutar de este sueño llamado Campus Rudy Fernandez que hoy cierra su primera década.
Fotos: Alejandro López