La novela describe el proceso que llevó a la independencia de los Estados Unidos, que responde no sólo a intereses políticos, sino a intrigas diplomáticas y redes de espionaje
La Sala de la Palabra acogerá este sábado, a las 18.00 horas, la presentación del libro El que tenga valor que me siga. En vida de Bernardo de Gálvez, una novela histórica escrita por Eduardo Garrigues.
Cuando España declaró en 1779 la guerra contra Gran Bretaña para ayudar a los Estados Unidos a ganar su independencia, el rey Carlos III le encomendó a Bernardo de Gálvez la difícil misión de recuperar las fortalezas de los ingleses en el Golfo de México, de las que la más importante y mejor defendida era la plaza de Pensacola.
Pero cuando Gálvez consiguió desembarcar sus tropas en las inmediaciones de esa plaza, el comandante de la flota, el capitán Calvo de Irazábal, se negó a que sus buques entrasen en la bahía por temor al fuego de las baterías inglesas.
Decidido a jugarse el todo por el todo, Gálvez le mandó al capitán Calvo este mensaje: Una bala de cañón de a treinta y dos recogida en el campamento, que conduzco y presento, es de las que reparte el fuerte de la entrada. El que tenga honor y valor que me siga. Yo voy por delante con el Galveztown para quitarle el miedo.
Y, para dar ejemplo, cruzó en solitario a bordo de un pequeño bergantín bajo el fuego de artillería que defendía la plaza, a la que consiguió rendir.
La toma de Pensacola, y de otras plazas fuertes de los ingleses en el Golfo de México, en el río Mississippi y en la Florida constituyó una contribución decisiva de España a la guerra de independencia de los Estados Unidos, que también estuvieron apoyados por Francia en la guerra contra Inglaterra.
Pero mientras que la ayuda francesa es bien conocida en EEUU, donde el marqués de Lafayette es un héroe nacional, las victorias de Bernardo de Gálvez que ayudaron decisivamente a la victoria final apenas han sido reconocidas hasta que, tan sólo el año pasado, el Congreso nombró al militar malagueño ciudadano honorario de los EEUU, honor que ya había sido concedido a Lafayette.
La gesta de Bernardo de Gálvez se cuenta en esta novela utilizando los conocimientos adquiridos por Eduardo Garrigues en sus contactos con algunos de los más prestigiosos historiadores del momento, y los datos inéditos procedentes de sus investigaciones recientes en los archivos de España, Estados Unidos, México y Cuba.
El que tenga valor que me siga describe con maestría el complejo proceso que llevó a la independencia de los Estados Unidos, que responde no solo a intereses políticos contradictorios, sino a intrigas diplomáticas y redes de espionaje que por primera vez ven la luz.
El autor: Eduardo Garrigues
Eduardo Garrigues, tras iniciar su carrera literaria ganando el premio Café Gijón de novela corta (1961) y el Premio Pío Baroja de cuentos (1971), ha conseguido combinar su vocación de escritor con la carrera diplomática, como consejero en la misión de España en la Naciones Unidas, consejero cultural y director del Instituto de España en Londres, director general de la Casa de América y embajador en varios países de África y Europa.
Sus viajes por los desiertos de Nuevo México le inspiraron Al oeste de Babilonia, y sus andanzas por el desierto del Kalahari ―cuando era embajador de España en Namibia―, la novela de corte africano La dama de Duwisib, basada en la vida de una mujer estadounidense que compró un gran latifundio en el desierto.
Al haber dirigido seminarios con prestigiosos historiadores como sir John Elliott, Felipe Fernández Armesto o Enrique Krauze, Garrigues ha tenido acceso a los mejores especialistas en la época que sirve de marco histórico para El que tenga valor que me siga, sobre Bernardo de Gálvez, el militar malagueño que tuvo una participación decisiva en la guerra por la independencia de los Estados Unidos y se hizo famoso por la toma de Pensacola (Florida), considerada como una de las batallas más brillantes de nuestra historia militar.