Cierra en -0,012% y levanta las alarmas en el sector bancario por la posibilidad de que se mantenga la tendencia
El Euribor de marzo ha vuelto a llegar a un mínimo histórico: ha cerrado en el -0,012%, y ya van dos meses consecutivos en negativo.
Este dato ha levantado las alarmas en el sector bancario, ante la posibilidad de que continúen los descensos y se llegue al punto de que la tasa resultante de sumar el diferencial al índice sea negativa.
¿Podría llegar a pasar? Para que se diera ese caso la media mensual del Euribor debería descender al menos hasta el -0,18% (ese fue el diferencial que ofreció Bankinter de manera promocional y limitada en abril de 2007). En principio, a juicio de los expertos de OCU, es poco probable que a corto plazo se produzcan descensos del Euribor que absorban la totalidad del diferencial.
Las cuotas de los préstamos hipotecarios están compuestas por dos partes: los intereses y la devolución de parte del capital prestado. Si se aplicaran tipos de interés negativos, a la parte de capital que correspondería devolver cada mes se le restaría el interés, de manera que la cuota a pagar sería inferior a la parte de capital a devolver.
Un ejemplo ayuda a verlo más claro: en caso de un préstamo de 100.000 euros de capital pendiente y 10 años de plazo pendiente, referenciado al Euribor al que se aplicara en la revisión un interés de -0,02%, tendría una cuota 832,49 euros (834,16 de devolución de capital? y -1,67 de intereses).
La esencia de un préstamo a tipo de interés variable es que el tipo de interés tenga una evolución similar a la del mercado. En épocas de subidas esa aumento del interés se traslada automáticamente a los hipotecados. A juicio de OCU, de la misma forma que la banca aplica automáticamente las subidas de tipos, también debería de aplicar las bajadas, incluso en el caso de que se llegue a tipos negativos. Sin embargo, los bancos no están por la labor: el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán ha declarado que pagar por los préstamos es una contradicción y que habría que analizar desde un punto de vista jurídico si los bancos tendrían la obligación de aplicar intereses negativos.