PEÑARANDA | La procesión iniciaba su intensidad desde la Plaza de la Constitución, lugar en el que se produjo el tradicional saludo entre las imagenes titulares del Humilladero y San Luis
Bajo una constante amenaza de lluvia comenzaba un año más la conocida Procesión de la Vela que una vez más ha motivado que cientos de personas se echaran a las calles durante la mañana de este Viernes Santo para participar en la conocida marcha.
Las imágenes del Santo Cristo del Humilladero y el Cristo de San Luis partieron de la ermita de este último para, tras un breve recorrido, despedirse con un sentido saludo en la plaza de la Constitución, lugar que separaron sus caminos, dirigiéndose el de San Luis a la parroquia y el del Humilladero, portado a hombros por sus costaleros, a su Ermita.
Una vez allí, y tras una breve oración del copárroco Fernando García, comenzaba la ofrenda de la vela más multitudinaria de los últimos años y en la que los protagonistas volvieron a ser más de un centenar de pequeños.