XII
Pero nos enseñaron
a matar al padre, Teresa.
Y desde entonces el cielo
sólo es azul y está habitado
por apolos y vencejos.
Y por los excrementos de las sucesivas
guerras siderales. Y los agujeros
negros, tan negros
y agujeros. Y las capas de ozono,
vulneradas.
Es la eterna
confusión de lenguas y la tibia
variedad de razas
y colores con que cada uno
da a su caza alcance. Todo
depende del aumento
de las lentes o el perfil
que aparezca en la pantalla.
O el sabor de la herencia.
Es la eterna
rotación de la mirada
sobre la Farsa, ese
caleidoscopio fúlgido que los niños
miramos voraces en su eterno
movimiento. Frente al obsceno,
único pensamiento, estancado
de los impostores.
Es ahora
momento de hipótesis, caminos
abiertos, ensayar nuevas formas
de hacer crecer los ojos
para nuevos horizontes. Y de ventanas,
no de muros ciegos, abrumadores,
de viejas catedrales que hablan
de sí mismas, que golpean los ojos
con sus piedras e inciensos (y negocian
con las bodas reales o el terror
al abismo y a la muerte).
También
de apuestas, sí, también
de apuestas es momento en medio
de las noches oscuras, de su opaco
Silencio. De sus ausencias. Y de su Luz
recobrada. Apostar por un camino,
luchado, descubierto, para andar
la senda que nos lleve
hasta la cumbre.
Y de humildes
certezas: lo que la piel
y los ojos nos van dictando: cuando
corren los días y dejan
un poso de ceniza y diamantes,
de claridad y dudas
en la lengua: los dos polos opuestos
al mismo tiempo en persistente
e irreversible antinomia.
Es hora
de aceptar la sinuosa
incertidumbre
de nuestras andaduras
de homo tecnicus
aún desnudo, aún
mono erguido oteando
nuevas singladuras en el cóncavo
seno de la carne. Sí,
carne de mono, pero carne
ascendente, transcendida
como blanca mano luz
del Greco en sus pinturas.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.