El hielo y el deshielo se fusionan en el carámbano y los 'chupiteles' se desprenden de la 'montaña dorada'. La Peña de Francia amanecía ayer vestida de blanco, con un nuevo traje del que surgen los contrastes de la piedra milenaria. El blancor irradiado por el Sol coronaba su cumbre anunciando el silencio de la vida, mientras los murmullos del viento se hacían ecos entre cruces y escalinatas, entre las torres de una Sierra que con sabiduría mira atrás en el tiempo.
Texto: Miguel Corral
Fotos: Fran Gómez