Vitikletas, pasión por la bici y la naturaleza

Todo arrancó hace algo más de una década, cuando un pequeño grupo de aficionados a la bicicleta comenzó en Vitigudino a experimentar la sensación de dar pedales sobre caminos de tierra y a sentir en su piel la naturaleza tras adentrarse en parajes solo conocidos hasta entonces por senderistas. Pero con el paso de los años y el boom de las bicicletas todo terreno (BTT) a partir de 2010, el pequeño grupo fue adquiriendo mayores dimensiones, hasta el punto de alcanzar en la actualidad los 35 ciclistas, porque como señala José Nácar, uno de sus integrantes: "Si te gusta el deporte y la naturaleza, una vez que pruebas, te engancha".

Así nació Vitikletas, un grupo de aficionados a la BTT con José Eugenio Vera como uno de los principales impulsores, no en vano la puerta de su casa en la Reguerita es el punto de salida cada domingo a una nueva aventura por los bellos parajes que esconden los pueblos de la comarca de Vitigudino. Para descubrirlos no se necesita más que una bicicleta de montaña y dejarse guiar por 'los Vitikletas', pues no tienen más pretensión que disfrutar de dos cosas que por estos lares son gratis, hacer deporte y observar los paisajes más singulares que uno pueda imaginar, desde la llanura de la dehesa salpicada por el ganado que pasta entre vetustas encinas, a los vertiginosos senderos de herradura que cosen las laderas y se adentran en los ríos encajonados entre arribes.

La orografía que conforman los ríos Duero, Tormes, Huebra, Águeda, Uces y Camaces hacen de este territorio, situado al noroeste de la provincia y hoy más conocido por Arribes, un lugar especial para vivir desde el sillín de una bicicleta sensaciones que solo estaban prescritas para recorrer a pie en cualquiera de sus fórmulas. Y ese fue el gran descubrimiento de los integrantes de Vitikletas, explorar zonas que de otro modo jamás hubieran hecho.

Curiosamente, el municipio con mayor población de este extenso territorio que hoy casi todos desde fuera llaman Arribes, carece de rutas adaptadas para la BTT, y aunque reconocen que no es lo mismo recorrer una pista que serpentear con dos ruedas los caminos para mulas, "en esta zona tenemos un gran tesoro para practicar la bici fuera de la carretera, y que son los caminos de concentración parcelaria, que te permiten recorrer decenas de kilómetros sin pisar el asfalto", señalan.

Pero entre los valores deportivos y paisajísticos que propone Vitikletas en sus rutas de cada domingo encaja otro no menos importante. Este es el de la amistad y el compañerismo, pues como sostiene Gonzalo Martín, "nosotros no salimos a competir, salimos juntos a disfrutar de la bici y de los paisajes, porque no todos tenemos la misma capacidad física, formamos un grupo con gente desde los 18 a los 57 años, así que cuando es necesario nos esperamos unos a otros hasta agruparnos", además de conferir "puntos de avituallamiento para reponer fuerzas", recuerda José Nácar.

A lo largo de este tiempo vienen sopesando la posibilidad de constituirse en un club de ciclismo, especialmente ante la posibilidad de organizar algún evento deportivo que requiera de la colaboración institucional, aunque por el momento prefieren invertir los términos y mantenerse al lado de la colaboración, por lo que están abiertos a cualquier iniciativa que requiera de su apoyo, pero sin olvidar la idea de organizar un día una ruta cicloturista con salida desde Vitigudino.

Por el momento, sus excursiones son puramente recreativas y apenas requieren de mayor organización que decidir momentos antes de la partida el punto de destino, además de enfundarse en el maillot alguna tableta como alimento proteico y un bote de bebida isotónica para afrontar los 40 ó 50 kilómetros de la ruta. Su afición les ha llevado también a otros puntos interesantes de la provincia como la Sierra, lo que han sabido aprovechar para lograr el patrocinio de siete establecimientos de Vitigudino, que han sufragado su nueva equipación a cambio de difundir sus nombres allá donde vayan.

Practicar este deporte no requiere de una preparación especial, "en dos o tres días estás listo", comentan. Lo que sí se requiere es de un equipo que ofrezca ciertas garantías, especialmente una bicicleta de un determinando nivel de calidad y complementos de seguridad como el casco y protecciones para piernas y brazos. "Una bicicleta que dure lo suficiente para no tener que invertir de nuevo al poco tiempo puede rondar los 500 euros, y los complementos otros 200, por lo que unos 700 euros es suficiente para practicar este deporte. A partir de ahí, lo que quieras gastarte", añade José Eugenio.

Vitikletas tiene su blog propio que abrió José Eugenio hace tres años, aunque reconoce que ha perdido actualidad en favor de su página en Facebook, mucho más ágil para lo que pretendemos", difundir esta práctica a través de crónicas e imágenes de sus aventuras por los caminos y senderos que bifurcan la comarca de Vitigudino y aquellos otros lugares que visitan, además de ofrecer la posibilidad de contacto a todos aquellos interesados en incorporase al grupo, sin otro compromiso que hacer amigos, y disfrutar de la bici y la naturaleza.