Muchas veces cuando asistimos a un concierto, de primeras lo que vemos es la puesta en escena (o escenografía), los medios de los que disponen los músicos y la sala, y el dinero que nos ha costado, pero ¿qué hay detrás de ese concierto?, ¿Cuánto cuesta todo eso?
Un concierto es el resultado del esfuerzo conjunto de un gran número de personas, desde los músicos, el equipo de marketing, el personal técnico, acomodadores o personal de sala, administrativos, puntos de venta de entradas, etc.
Lo primero que tenemos que apreciar es el coste del instrumentista, es decir, ya hemos hablado en alguna ocasión de las 10.000 horas de aprendizaje, que es lo que se estima que requiere un instrumentista para aprender todo lo relacionado con su instrumento y convertirse en un profesional, pero ya vimos también que ésto no es así siempre, hay gente que requiere más o menos tiempo y otros, por mucho tiempo que le dediquen, no llegarán a ser buenos profesionales.
Las horas de aprendizaje van a seguir durante toda la vida del músico, pero a mayores llegarán los ensayos con otros músicos. Hay que decir que, habitualmente, los ensayos no son remunerados, a no ser que te encuentres en una compañía con grandes recursos y los músicos estén contratados a sueldo, con lo que las horas de ensayo irían incluídas.
Para que os hagáis una idea, las orquestas profesionales españolas dedican entre 12 y 15 horas a ensayar todo lo necesario para preparar un concierto. En esos ensayos se unifican criterios e ideas, se da forma a las piezas musicales, se trabaja en matizar la expresividad y musicalidad de los diferentes pasajes, etc.
Finalmente se realiza un ensayo general antes del concierto, para calcular tiempos y asentar el repertorio. Se suele hacer todo seguido, sin parar, para buscar errores y corregirlos, y en ocasiones se hace con un público reducido que nos ayudará a sacar una valoración del funcionamiento de dicho repertorio, estando todavía a tiempo de corregir o reordenar el mismo.
La noche del concierto es el momento de disfrutar con la música y de hacer que nuestro trabajo de meses llegue a los espectadores. La concentración durante el concierto es máxima para realizar todo lo que se ha preparado con anterioridad y es que, al final, todo el tiempo invertido durante la vida de un músico no es más que la preparación para un concierto en el que se apuesta, en ocasiones a ciegas, y donde muchas veces el público no percibe todo el trabajo que lleva.
Es importante darle a cada cosa el valor justo que merece. Por eso, cuando acudáis a un espectáculo tened en cuenta, no solo el valor cultural que posee, sino también el coste que lleva añadido por el trabajo realizado por los artistas desde pequeños.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.