Las dos leyendas del carnaval de Guijuelo

Aunque diga con mucha frecuencia que no me gusta disfrazarme. Y que tal afirmación sea cierta, en realidad he pasado media vida disfrazándome en Guijuelo. En el pueblo somos muy meticulosos con ciertas cosas. Cuando nos empeñamos en hacer algo lo hacemos bien. Hacemos el mejor jamón del mundo, pese a lo que digan los 'señores' de La Sexta. Si hay que trabajar se trabaja, y si hay que montar una fiesta? pues se monta. Y el carnaval de Guijuelo no es una fiesta de gran arraigo cultural relacionada con nuestros orígenes, como lo pueda ser la matanza. Y ni mucho menos reúne a tanta gente como nuestras fiestas patronales. Pero es sin duda la fiesta más guijuelense de todas las que disfrutamos a lo largo del año. Con guijuelense me refiero a local, de los vecinos, la más Y si no me creen, queridos lectores, vayan a la carpa esta noche de martes de carnaval, que allí todos seremos de casa.

Si pienso en disfraces y en mi infancia, más que momentos, lo que se me viene a la mente son lugares. Para empezar el Filiberto Villalobos. Nuestro "Fili", al que íbamos disfrazados los días de carnaval. Por aquel entonces en casa se aprovechaba todo, igual que ahora con la crisis, y un servidor terminaba yendo disfrazado de 'karateca' con el traje de las clases de Judo del maestro Zarza. Muy original. El otro lugar sin duda es el famoso baile de carnaval que se celebraba en la discoteca Trazos. Un lugar por el que ha pasado medio pueblo disfrazado en algún momento de su existencia. O al menos los que peinamos ya algún año que otro.

Desde aquel entonces, he pasado muchos carnavales, más bien todos, en diversas situaciones. Me he disfrazado solo (pocas veces), en grupo (menos aún), he formado parte del desfile municipal (a la guisa de gran felino, como se puede comprobar en la foto que ilustra este artículo) y he fotografiado trabajando más gente disfrazada de la que puedo recordar. Por todo ello, puedo decir que existen dos hechos invariables que se producen por estas fechas. El primero de todos es la ley del 'lunes de carnaval'. Una ley no escrita indica que el día antes del gran martes de carnaval, madre de todas las fiestas carnavalescas guijuelenses, se ha de vestir con el disfraz del año anterior, o en su defecto los hombres han de vestirse de mujer. Mujer ligera de cascos, para más señas. Segundo hecho invariable: la leyenda del Miércoles de Ceniza. Alguien pregunta por qué es fiesta local en Guijuelo el miércoles, y alguien responde que porque hace décadas, los trabajadores de la chacina se emborrachaban mucho la noche del martes de carnaval. Y para evitar accidentes como, dedos amputados y canales de cochinos fuera de control, pues se decidió elegir el Miércoles de Ceniza como fiesta local. O como dice la leyenda urbana (rural más bien) Miércoles de Resaca.

Sea como fuere, hoy vuelve a ser martes de carnaval, y Guijuelo volverá a disfrutar de la magia de la fiesta, de los amigos, de la diversión y todo para los de casa. En la plaza Mayor nos vemos.