"Los dominicos buscamos el diálogo con grupos alternativos y con otras religiones"

Con presencia en cinco de las nueve provincias castellanas y leonesas (Burgos, León, Palencia, Salamanca y Valladolid), los dominicos celebran este año el octavo centenario de la fundación de la orden a cargo del burgalés Santo Domingo de Guzmán. Con este motivo, fray Jesús Díaz Sariego, que aún no lleva un mes como prior provincial de toda España, explica los desafíos de la orden y sus conmemoraciones en la Comunidad.

¿Qué retos afronta en sus cuatro años de mandato al frente de los dominicos en Hispania?

En primer lugar, fomentar la reflexión y la docencia teológica y filosófica, ya que la orden siempre ha estado muy unida al estudio, a la investigación y a la actividad intelectual en nuestros centros universitarios. En España estamos comprometidos con las facultades de teología de San Esteban en Salamanca y San Vicente Ferrer en Valencia.

Un segundo reto es estar cerca de los más pobres y débiles. Los derechos humanos son un desafío para el conjunto de la humanidad, y también en España, donde aún miles de personas no tienen lo elemental para vivir, desde una vivienda digna a una educación para sus hijos.

El tercer reto es el mundo de la educación de niños y jóvenes, donde quisiéramos mostrar a la sociedad una educación en valores a través de nuestros centros educativos.

Y por último, otra prioridad para los dominicos, quizás por esa apetencia de estar en la frontera de las ideas y de la cultura, sería entrar en diálogo con la pluralidad cultural de nuestros días, con esos grupos o movimientos cada vez más fuertes o más significativos, alternativos en el pensamiento, en la producción cultural. Desde nuestra convicción más cristiana, quisiéramos entrar en diálogo con ese mundo cultural, que no surge necesariamente del cristianismo, pero que es sumamente interesante por lo que aporta a la sociedad.

¿Cómo están de vocaciones en España? ¿Tienen problemas de envejecimiento?

En España hay unos 500 religiosos pero con una media de edad alta. En los años 50 los noviciados estaban muy llenos de jóvenes y ahora todos esos ya van siendo mayores. Ese boom de religiosos fue algo ocasional, por circunstancias históricas, aunque en estos momentos sigue habiendo algunos jóvenes que llaman a nuestra puerta. No son muchos, no reemplazan ni mucho menos a ese gran número de religiosos que ya son ancianos o lo van a ser en breve.

¿La vocación específica de los dominicos por la enseñanza y las misiones les hace más atractivos para los jóvenes?

Bueno, no sabría si por eso somos más atractivos o no para los jóvenes, aunque hoy en día no se necesita ser religioso para ser un buen profesor o incluso un misionero a través de las oenegés. Yo diría que lo más atractivo es, si son capaces de percibir, un modo de ser, de situarnos ante el mundo, de abordar los problemas, de pensar, muy abierto al mismo tiempo... yo diría que los dominicos tenemos que facilitar herramientas a las personas para que piensen en sí mismos y sean adultos y maduros. Nuestra fuerza estaría en un modo de ser más que en una actividad.

¿En qué ámbitos de la sociedad tienen mayor presencia?

En la docencia, pero no en una docencia clásica -universidad donde se imparten clases-, sino en lugares o instituciones académicas que interactuan en ámbitos de diálogo. Por ejemplo, nuestro centro interreligoso en El Cairo hace gran aportación al diálogo de las tres religiones monoteístas y también tenemos presencia en Turquía.

¿En España tienen contactos con otras religiones?

Hay algunos y es probable que en mayo organicemos un diálogo interreligioso en Madrid con el imán de la gran mezquita, nuestra Escuela Bíblica de Jerusalen y un rabino español. Haremos todo lo que sea para potenciar el encuentro y el diálogo, y desmontar todos esos prejuicios, incluso a veces justificados, para mostrar al mundo que es posible entenderse a pesar de profesar religiones distintas e incluso aunque alguno no profese ninguna desde su derecho de libertad de pensamiento y conciencia.

¿Como orden de predicadores, dónde existe actualmente una mayor necesidad de predicar ese mensaje del Evangelio?

La mayor urgencia la tienen los propios bautizados, ya que hay una carencia de experiencias religiosas. Por razones sociológicas, ya que venimos de una presencia cristiana muy fuerte, y por tradición hay que bautizar al niño, pero no conlleva una experiencia religiosa y de vida.

Y luego hay mucha necesidad de predicar en el complejo mundo de lo económico. Vivimos montados en un sistema económico excesivamente avaricioso o ambicioso que genera diferencias importantes entre nosotros y nos lleva a un modo de vida un tanto ciego.

¿Y qué forma es la adecuada para llevar la palabra de Cristo y el mensaje del Evangelio?

El sistema tradicional de predicar el evangelio sigue estando ahí, porque las cosas no cambian de la noche a la mañana. Pero internet es sin duda una nueva forma. Hay quien dice que está generando un nuevo modo de ser, sobre todo si pensamos en las nuevas generaciones que casi desde que nacen se educan ante un ordenador.

Y luego hay otro mundo, del que hablamos menos, pero es muy interesante, que es el mundo alternativo de lo cultural. Hay movimientos de artistas que expresan dimensiones humanas, que a lo mejor no son socialmente muy reconocidos, pero que generan un ambiente cultural y modos de expresión.

¿Qué lugar ocupa Castilla y León para la orden, teniendo en cuenta que Santo Domingo de Guzmán nació en Burgos?

Castilla y León es un lugar importantísimo por razones obvias. El fundador es burgalés y el arraigo de los dominicos por razones históricas es muy fuerte, especialmente en Salamanca, Valladolid, Palencia, lugares que en su momento fueron grandes centros culturales y donde la orden fue muy activa.

¿Cómo se encuentra el enorme patrimonio de la orden?

Los frailes siempre hemos tratado de ser muy responsables con el patrimonio recibido. En cierto sentido, lo tenemos que dejar en las mejores condiciones posibles a otros porque ni siquiera es nuestro, sino de los castellanos y leoneses. Hay que decir que la Junta nos ayuda cuando puede, aunque siempre quisiéramos más pero entendemos que las necesidades son muchas.

Dado que se inicia ahora la conmemoración del VIII Centenario de la fundación de la orden. ¿Qué actos tienen previstos para celebrar esta efeméride?

El 7 de noviembre iniciamos el año jubilar con motivo de los 800 años. En cada lugar se están organizando algunas actividades, pero quisiera destacar dos congresos que se van a celebrar en Salamanca. Uno será del 7 al 9 de abril, en colaboración con las dos universidades salmantinas, sobre la aportación de los dominicos a la creación de universidades, especialmente en América Latina.

El segundo tendrá carácter más internacional sobre los dominicos en la defensa de los derechos humanos. Se celebrará en noviembre y girará en torno al papel que jugaron los profesores dominicos de la Universidad de Salamanca, en colaboración con los misioneros en el nuevo mundo, en el desarrollo de los derechos humanos.

¿Cómo se observa desde dentro el cambio que lidera el Papa Francisco en la Iglesia?

Cada Papa ha ido aportando algo. Benedicto XVI es un gran teólogo y un gran pensador, aunque ahora la sociedad vea lo que es menos atractivo de él, pero pasará a la Historia como un gran pensador. El Papa Francisco nos ha traído un cierto oxígeno que necesitábamos. La Iglesia también necesitaba pasar de esa intelectualidad de Benedicto XVI a la cercanía, por forma de ser, un latinoamericano, otro modo de acercarse a la gente, y esto le hace ser un Papa muy popular y muy empático. Amén de ser un hombre muy sensible a los principales problemas del mundo de hoy tiene, especialmente cuando afectan a seres humanos.