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Por cada tres personas que trabajan en Castilla y León hay dos pensionistas
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las cotizaciones apenas alcanzan para cubrir la mitad de estas nóminas en la comunidad

Por cada tres personas que trabajan en Castilla y León hay dos pensionistas

Actualizado 13/01/2016
El Norte de Castilla

La edad ordinaria de jubilación sube un mes en 2016 y hay que cotizar más tiempo para poder seguir retirándose a los 65

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Con el comienzo del año, se actualizan las condiciones de jubilación de los trabajadores españoles, de acuerdo con las últimas reformas, que han endurecido notablemente los requisitos para percibir una pensión. Todo ello con el objetivo de recortar los gastos, o al menos frenar su crecimiento, y asegurar la viabilidad del sistema. En Castilla y León, precisamente las cotizaciones sociales de empresarios y trabajadores apenas alcanzan para cubrir la mitad de la nómina de los pensionistas de la comunidad.

Hasta el pasado 30 de noviembre pasado ?últimos datos disponibles?, la Seguridad Social había destinado algo más de 6.502 millones de euros a Castilla y León en concepto de transferencias corrientes, el grueso de los cuales tuvieron como destino del pago de las diferentes clases de pensiones. Durante ese mismo periodo, en cambio, ingresó 3.272 millones de euros por las cotizaciones sociales de empresas, asalariados y autónomos, prácticamente la mitad.

El desfase entre ingresos y gastos comenzó a suavizarse el pasado añodespués de agudizarse durante la crisis, como consecuencia fundamentalmente del incremento del desempleo. Desde diciembre de 2007 hasta el mismo mes del pasado año, la cifra de pensionistas de Castilla y León ha aumentado en 26.769, mientras que, de forma paralela, ha perdido 118.887 afiliados a la Seguridad Social. Aquel año, la comunidad tenía 1,70 cotizantes por cada pensionista, y ahora ha descendió el 15%, hasta 1,43, lo que equivale a casi tres ocupados por cada dos pasivos.

Además, los trabajadores que acceden en la actualidad a la jubilación perciben una pensión media de 1.332 euros al mes en Castilla y León. Una cuantía que es 328 euros superior a la prestación media de la comunidad y 415 más que lo que percibían quienes causan baja.

Una valoración pesimista de los cambios que se producirán este año en el sistema llevaría a decir que en 2016 hay que trabajar más, hasta una edad más avanzada para percibir una pensión algo inferior de la que correspondería con la anterior normativa. Sin embargo, también hay buenas noticias: las mujeres que se jubilen y que hayan tenido dos o más hijos recibirán una aportación extra.

65 años y 4 meses: la nueva edad para jubilarse

La nueva edad ordinaria de retiro desde el 1 de enero es de 65 años y cuatro meses, a partir de la cual todos los trabajadores tienen derecho a solicitar una pensión, cuya cuantía dependerá de los años cotizados y las cantidades aportadas al sistema durante la carrera laboral. Pero todavía es posible jubilarse a los 65 años si el trabajador ha cotizado en el momento de jubilarse 36 años o más, una cifra que en 2027 deberá ser de 38 años y medio para poder hacerlo a la misma edad.

Periodo de cómputo: Se toman los últimos 19 años para calcular la pensión

Hay otra circunstancia que rebajará ligeramente, en la mayoría de los casos, la prestación a recibir en comparación con la normativa anterior. Se refiere a que serán computadas para calcular la pensión las cotizaciones realizadas durante los 19 últimos años, que serán 25 en el año 2022. Esta medida permitirá al sistema un ahorro muy importante en el futuro, aunque una minoría de trabajadores podría verse beneficiada si en los últimos años de su carrera laboral cotizaron por bases más bajas que en el pasado.

Madres trabajadoras: Hasta el 15%para las nuevas jubiladas con hijos

La más reciente novedad del sistema, decidida por el Gobierno el pasado verano, va a permitir a las mujeres que se retiren a partir de este mes de enero cobrar entre el 5% y el 15% más de prestación, en función del número de hijos que hayan tenido.

Efectos del ajuste: La cuantía de las nuevas pensiones tiende a la baja

La aplicación de reformas como las citadas está ajustando paulatinamente el sistema y, a corto plazo, llevará a que comience a generalizarse el hecho de que las nuevas pensiones sean más bajas que las concedidas en años precedentes, una circunstancia que nunca se ha dado hasta la fecha. Y eso comenzará a suceder muy pronto. Por ejemplo, la prestación media nueva de octubre de 2014 fue de 1.052,99 euros, mientras que la de octubre de 2015 ?último dato conocido? fue de 1.054,38, solo 1,39 euros más que serán absorbidos rápidamente.

Pensión media: Seguirá creciendo, por el momento

Pese a todo, el efecto arrastre permitirá que la pensión media siga creciendo, no solo porque a ello va a contribuir la subida del 0,25% decidida para 2016 y que es el incremento anual mínimo según la normativa vigente, sino porque las pensiones que se dan de baja son de una cuantía más reducida que las nuevas. La media de la paga abonada a comienzos del diciembre recién finalizado fue de 892,13 euros, frente a los 877 de un año antes.

Viabilidad del sistema: Beneficiarios y gastos crecen, pero a menor ritmo

Las diferentes cifras del sistema han ido moderando su crecimiento a medida que se queman las etapas de las últimas reformas. Por ejemplo, hace diez años la mejora anual de la prestación media era de en torno al 5% o al 6%. Por otro lado, también está desacelerándose la cifra de pensiones en vigor, como consecuencia del aumento de la edad de jubilación y de otras medidas. Así, los 9,349 millones de prestaciones del último mes de 2015 son el 0,99%más que hace un año, un alza anual inferior al 1% que nunca se había dado a ejercicio cerrado. Todo esto ha llevado también a la ralentización del gasto en prestaciones, que en términos mensuales fue en diciembre de 8.341 millones de euros (excluida la paga extra de ese periodo), una cifra sin precedentes que crece a un ritmo del 2,91% y que es, a su vez, el alza interanual más baja de la historia. Hace una década, ese incremento de la nómina mensual alcanzaba siete y ocho puntos.

Próximo ajuste: Tres años para el factor de sostenibilidad

Con el comienzo de 2016, faltan tres años justos para que se aplique por primera vez el factor de sostenibilidad, que tiene en cuenta la esperanza de vida de los trabajadores en el momento de su jubilación. A este elemento se le conoce también como 'factor de equidad intergeneracional' y se aplicará en el cálculo de la primera pensión, en función de lo que haya variado la citada esperanza de vida en los últimos cinco años. Es decir, si esta hubiera crecido, a la pensión resultante del cálculo ordinario se le aplicaría un descuento proporcional; y si se diera el improbable caso de que hubiera bajado, se le aplicaría un plus. Los efectos de la crisis están produciendo hasta la fecha un casi estancamiento de la esperanza media de vida, por lo que, a falta de lo que suceda en los próximos años, el recorte a las pensiones que se otorguen a partir de 2019 no debería ser muy significativo. El otro elemento del factor de sostenibilidad establece una subida mínima del 0,25% anual en las prestaciones ya existentes, y un máximo del IPC+0,5% en el caso de que los ingresos del sistema crezcan por encima del aumento de pensionistas, cuando no exista déficit.

Jubilación anticipada: Dos años antes de la edad ordinaria

La edad para acceder a la jubilación anticipada voluntaria crece de manera paralela a la de la jubilación ordinaria. Para este 2016 será de 63 años y cuatro meses, dado que es siempre de dos años menos que la edad oficial, y es válida tanto para asalariados como para autónomos. En casos de despido, la edad es de 61 años, y es necesario llevar seis meses inscrito como parado. Para ello hay que cumplir unos requisitos mínimos de tiempo cotizado, al que se podrá sumar hasta un año correspondiente al servicio militar o de servicio sustitutorio. Naturalmente, el retiro anticipado lleva importantes descuentos por cada trimestre de adelanto.

Algunas excepciones: Todavía habrá retiros anticipados a los 60 y 61 años

Existen además una serie de excepciones que permiten jubilarse incluso a los 60 años, como es el caso de los trabajadores que fueran mutualistas antes de 1967, año en que se creó el actual sistema de Seguridad Social.

Además, la edad puede ser a los 61 años si la relación laboral ha sido extinguida antes del 1 de enero de 2019, como consecuencia de un ERE, un procedimiento concursal, convenio colectivo o acuerdo colectivo de empresa (debidamente registrado), aprobado, declarado o suscrito antes del 1 de abril de 2013, y la jubilación se produce antes del 1 de enero de 2019. En ese caso, la regulación aplicable es la anterior al 1 de enero de 2013.

Algo similar sucede si antes del 1 de abril de 2013 el trabajador ha sido incorporado a un plan de jubilación anticipada parcial, contenido en un convenio colectivo o en un acuerdo colectivo de empresa (debidamente registrado) y accede a la jubilación parcial antes del 1 de enero de 2019. También en estos casos la pensión se va a regir por la regulación previa al 1 de enero de 2013.

Fuente El Norte de Castilla

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