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La rebaja fiscal dejará 150 millones en los bolsillos de los contribuyentes de la región
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La rebaja fiscal dejará 150 millones en los bolsillos de los contribuyentes de la región

Actualizado 06/01/2016
Redacción

Los tipos del IRPF se sitúan entre el 19 % y el 45 % y baja tres puntos el de Sociedades

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La renta disponible de las familias se verá aumentada en este año recién comenzado por la entrada en vigor de la última parte de la reforma fiscal, que prevé una nueva bajada del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sobre el incremento de la renta de la que podrán disponer las personas para su propio consumo o para el ahorro influirán además otros recientes cambios, como la revalorización del 0,25% de las pensiones y también por el aumento del 1% de los salarios de los empleados públicos, mientras que en los nuevos convenios colectivos que se negocien a partir de este año, el acuerdo marco suscrito entre la patronal y los sindicatos establece un porcentaje mínimo del 1,5%, informa El Norte de Castilla.

Los contribuyentes dispondrán de una mayor volumen de dinero en sus bolsillos calculado para el conjunto de quienes residen en la comunidad de en torno a los 150 millones de euros, consecuencia de las bajadas impositivas previstas desde la comunidad autónoma, calculadas en unos 95 millones de euros, y las que respresentarán las rebajas que han entrado en vigor para el conjunto de España.

Desde viernes, 1 de enero pasado, los tipos que se aplican en el impuesto sobre la renta de las personas físicas se situarán entre el 19% y el 45%, en tanto que las empresas se beneficiarán de una bajada de tres puntos del gravamen general del impuesto de sociedades hasta el 25%.

Tercera reducción consecutiva

En el caso del IRPF la que se aplica desde el día 1 es la tercera rebaja, ya que el Gobierno adelantó parte del descenso de los tipos que estaba previsto para 2016 al 1 de julio de 2015.

Ese anticipo se aplicó con una tarifa intermedia que sustituyó a la que entró en vigor a principios del ejercicio económico de 2015 y que, por lo tanto, tiene efectos entre enero y diciembre de este año.

De manera que para el conjunto del año 2016, el tipo del IRPF, hasta una cantidad 12.450 euros de base imponible, será el 19%; a partir de esta cantidad y hasta una base imponible de 20.200 euros, el tipo aplicable será del 24%; en el caso de los de 35.200 euros de base imponible, el 30 %; hasta 60.000 euros, el 37%, y a partir de esa cantidad, el tipo máximo se fija en el 45%.

La nueva tarifa también cambia para los rendimientos del ahorro y constará en este caso de tres tramos: el primero, hasta un total de 6.000 euros, bajará su tributación del 20% que se aplicaba hasta el año pasado al 19%; desde los 6.000 hasta 50.000 euros, el tipo pasará del 22% anterior al 21%; y a partir de unos ahorros de 50.000 euros, el gravamen tambien se reducirá, en este caso del 24% hasta el 23 %.

También dentro de la reforma fiscal, aunque en el ámbito empresarial, el viernes pasado entró en vigor la segunda rebaja del impuesto de sociedades después de que el 1 de enero de 2015 se estableciera el tipo general en el 28%, gravamen que en esta ocasión desciende hasta el 25%.

Asimismo, para 2016 se mantiene la reducción del 5 % sobre el rendimiento neto de módulos y la del 20 % del rendimiento neto para actividades económicas desarrolladas en Lorca (Murcia). A esto se suma, en el ámbito de las actividades agrícolas y ganaderas, la reducción de los índices de rendimiento neto de la ganadería de bovino de leche (producción de leche), que pasa de 0,32 a 0,20 (reducción del 38 %) y la del cultivo de patata, que pasa de 0,37 al 0,26 (rebaja del 30 %).

Las bajadas regionales

El efecto de las rebajas del IRPF será en este caso acompañado en Castilla y León por el impacto sobre la renta disponible que generarán los recortes en los ingresos de la Hacienda regional recientemente aprobados, y que fueron anunciados por el Ejecutivo autonómico en el mes de octubre último, cuando el Consejo de Gobierno que preside Juan Vicente Herrera aprobó el Anteproyecto de Ley de Medidas Tributarias que ha acompañado al presupuesto autonómico para 2016.

Unas medidas tributarias que se resumen en una rebaja de impuestos. La Ley de Medidas para el presente ejercicio económico incluye el certificado de defunción de la tarifa autonómica sobre el Impuesto de Hidrocarburos, conocida popularmente como 'céntimo sanitario', desaparecida con las doce campanaas y, al tiempo, surge un nuevo descuento, que se sumará al aplicado también el año, en los tipos del tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Incentivos al consumo

Tanto Herrera como su consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, confían y calculan en que la aplicación de estas dos soluciones supongan una inyección de alrededor de 95 millones de euros en el tramo autonómico de los tributos, un volumen que esperan que los ciudadanos destinen al consumo interno y, por lo tanto, a generar más movimiento económico.

No era novedad que a partir de enero iban a entrar en vigor estas dos medidas tributarias. Estaban incluidas en el programa electoral con el que el Partido Popular acudió a las elecciones autonómicas y el propio Herrera manifestó, cuando fue investido presidente de la Junta, que se cumplirían. Las había anunciado meses antes, en Burgos, ante un escenario de empresarios como una de sus futuras promesas electorales.

Pilar del Olmo cuantificó en la presentación de las medidas, en las que compareció acompañada de la vicepresidente y consejera de Empleo, Rosa Valdeón, en unos 45 millones de euros lo que supondrá de aminoración de ingresos el descuento en los tipos de los tramos inferiores del IRPF y la elevación de la horquilla de renta que entra en esas tarifas más rebajadas. «Es un reajuste de tarifas y tramos que beneficia a todos, pero más a los ciudadanos con menos ingresos», argumentó Del Olmo en defensa de esta medida. La consejera afirmó en aquel momento que esa aminoración de ingresos puede no llegar a producirse ? «Y espero que no se produzca», recalcó-, si se cumple la previsión de crecimiento y de creación de empleo para el próximo año, de forma que, a pesar de la rebaja de los tramos y de los tributos para cada contribuyente, el aumento de la cifra de los que contribuye aporte más volumen de ingresos al Fisco.

De aplicación necesaria

Y aunque es más cómodo el anuncio de rebajas y de eliminación de impuestos, que la justificación de los incrementos impositivos o de la puesta en marcha de nuevos tributos, algo que ha resultado habitual desde el año 2012, con los peores momentos de la crisis económica, Pilar del Olmo defendió y justificó, en la presentación de la rebaja fiscal, la necesidad que obligó al Ejecutivo autonómico a aplicar el que se denominó 'céntimo sanitario', aunque fuera una cantidad bastante superior, casi quintuplicada.

Del Olmo indicó entonces que la implantación del recargo de 4,8 céntimos en litro de combustible, rebajados el año pasado a 1,6, «no fue un error» y que las cuentas que presentan los detractores de este tributo, que son casi todos menos la Junta, sobre la repercusión de la medida en el retroceso del consumo de combustibles y el consiguiente agujero en la recaudación de otros impuestos asociados a gasolinas y gasóleos son «tramposas», manifestó

«Han protestado mucho y ahí siguen, no se ha hundido ningún sector», resaltó la consejera, quien señaló que en 2012 permitió recaudar alrededor de 90 millones de euros, en un momento «difícil», cuando no entraban ingresos en la caja y era complicado firmar deuda. La consejera atribuyó la causa principal del desplome de la venta de combustibles a la crisis y no al efecto rechazo del recargo autonómico. Los surtidores de combustible han dejado en las arcas de la Junta por este recargo 270 millones de euros entre el 1 de marzo de 2012 y el 31 de julio de este año, a falta de sumar los ingresos del segundo semestre, pero calculados en unos 25 millones más.

Con efecto retardado

De no cumplirse las previsiones de menos tributos, más ingresos al haber más actividad económica, las cuentas de la Junta notarían la disminución de los ingresos por la rebaja del IRPF con efecto retardado, en 2018, en el momento en el que el Ministerio de Hacienda se calcula que hará las cuentas de las liquidaciones de las declaraciones de la Renta correspondientes al ejercicio de 2016. Pilar del Olmo explicó en su día que otro de los argumentos que apuntala esta decisión de bajar impuestos son los límites que la Ley Estabilidad impone al techo de gasto. La consejera calcula que todo lo que se recaudara si no se aplicará la rebaja no se podría emplear en otra cosa que no fuera amortizar deuda. Para Del Olmo, ese dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos para contribuir a afianzar la reactivación de la economía.

Fuente: El Norte de Castilla

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