Un deseo para 2016: Que la librería Cervantes siga abierta

Vivo en Salamanca desde 1969, un año después de nacer en Holanda donde mis padres eran emigrantes. Tengo noción de Salamanca de los primeros años setenta y no soy capaz de alcanzar la primera vez que pasé por delante de la Librería Cervantes. Es posible que fuera en alguna ocasión que fuera con mi familia a hacernos alguna foto a "Pim, Pum", o cuando bajara a pasear a la Plaza Mayor con algún familiar que nos visitara. Pero es intrascendente cuando fue esa primera vez, porque lo relevante es que la Librería Cervantes es una institución cultural de Salamanca para muchas generaciones que hemos tenido la fortuna de poder vivir aquí. Y lo que no soy capaz de imaginarme es pasear por la calle Azafranal, a la altura de la Plaza de Santa Eulalia, y no ver la librería por excelencia de Salamanca desde hace décadas.

En la Librería Cervantes compré algunos libros de ajedrez cuando jugaba con asiduidad allá por los años ochenta; novelas durante años en los que tenía muchos más tiempo que ahora para leer literatura española de la postguerra; o más recientemente libros y material escolar para mis hijos. Recuerdo haber ido, junto con otros compañeros del PSOE, a acompañar al que fue presidente portugués Mario Soares a comprar decenas de libros con ocasión de una de sus visitas a Salamanca para participar en las prestigiosas jornadas que cada mes de junio organizó la Fundación Sistema durante varios años. Y años antes al que fue Alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, con el mismo fin. Y es que la Librería Cervantes, entre los amantes de los libros, es conocida mucho más allá de nuestros límites provinciales. En su imprenta trabajó durante años Rafa, padre de uno de mis amigos de la infancia en el barrio Garrido; en la tienda lo hizo Bernardo, valiente dirigente vecinal del barrio de Buenos Aires y buen amigo; allí lo hace aún Paco y otras muchas mujeres y hombres, para los que este 2016 se inicia con el riesgo cierto de perder su trabajo.

Ahora que comienza un nuevo año, que es época de los mejores deseos, quiero expresar a través de SALAMANCArtv AL DÍA mi anhelo de que la Librería Cervantes siga abierta cuando comience 2017 y los años venideros. Sé que es una empresa privada, pero es mucho más que una tienda con propietarios: es parte de la historia reciente de Salamanca, que ojalá no se cierre como han hecho en los últimos años muchos comercios tradicionales. Estoy seguro que sería una noticia que agradecerían la mayoría de nuestros paisanos.