Sanidad aumenta la población diana a la que se dirige este programa autonómico preventivo al incorporar a las personas diagnosticadas de diabetes y al ampliar el rango de edad
La Junta de Castilla y León incrementa la población diana a la que se dirige el pilotaje que la Consejería de Sanidad lleva desarrollando desde principios del año pasado para la vacunación frente al herpes zóster.
Los cambios, ya en vigor con el inicio de 2016, se centran en la ampliación tanto de las patologías previas que afectan a las personas a las que se les recomienda esta vacuna, como de la cohorte poblacional, ahora ampliada.
La vacunación frente al herpes zóster pasa a ofertarse, además de a pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (E.P.O.C.) en tratamiento con corticoides inhalados, a las personas diagnosticadas de diabetes mellitus tipos I y II.
Asimismo, otra modificación es que, a partir de ahora, el rango de edad, en ambas patologías, crece y será de entre 60 y 69 años, grupo poblacional en el que distintas sociedades científicas de diferentes ámbitos valoran la vacuna como más efectiva.
Precisamente, el herpes zóster tiene en la edad el principal factor de riesgo, al que se unen algunas otras enfermedades, especialmente las que afectan al sistema inmune, como sucede con la E.P.O.C. o la diabetes.
La población diana que podrá beneficiarse, de forma voluntaria y gratuita, de este programa de la Consejería de Sanidad, llega hasta las 62.477 personas en la Comunidad, que, provincialmente, se reparten así: Ávila, 4.062; Burgos, 9.126; León, 12.210; Palencia, 4.377; Salamanca, 8.490; Segovia, 3.468; Soria, 2.133; Valladolid, 13.656; y Zamora, 4.956.
La captación de los pacientes se hará, al igual que como viene haciéndose, a través del seguimiento habitual de la historia clínica personal que realizan médicos de familia y profesionales de enfermería, y la administración vacunal se realizará en una única dosis.
La vacuna frente al herpes zóster disminuye la incidencia de esta enfermedad, causada por la reactivación del virus de la varicela zóster y que ocasiona importantes complicaciones y secuelas, como la neuralgia post-herpética, que se han llegado a relacionar con mayor riesgo de eventos cerebrovasculares.
Se trata de una formulación atenuada, con un buen perfil de seguridad en pacientes inmunocompetentes. Se trata, pues, de una vacuna segura, que beneficia a sus receptores, reduce las secuelas del herpes zóster y el detrimento de la calidad de vida que suele asociarse a esta enfermedad a veces altamente invalidante.
La ampliación de la población diana a una nueva patología y con una cohorte de edad más amplia responde al carácter de pilotaje con el que fue puesto en marcha este programa autonómico de Salud Pública, pionero en España y que tiene vocación de continuidad y, sobre todo, de ampliarse paulatinamente a otros grupos poblacionales.
Este cambio es muestra de la evolución continua que los calendarios vacunales experimentan y que, en el caso de la Junta de Castilla y León, son habituales en los últimos años, con el fin de adaptarse a las situaciones epidemiológicas, a las novedades en la evidencia científica, y a la aparición de nuevas vacunas o variaciones técnicas en las ya existentes.
Todo con el propósito de facilitar a los ciudadanos la mejor prevención posible frente a enfermedades infecciosas transmisibles, ya que las vacunas funcionan y son, junto a la cloración de las aguas y el saneamiento urbano, las estrategias preventivas que mayor número de vidas salvan.