El organismo autonómico ha dirigido una petición al Obispado y a la familia propietaria del palacio para que ambos edificios puedan ser visitados
Conserva uno de los vestigios más valiosos de la decoración románica en Salamanca. El ábside interior con motivos vegetales de la iglesia de San Cristóbal y la configuración de algunas de sus estancias más antiguas justifican en gran parte que en el año 1983 el templo fuera declarado monumento nacional por el Ministerio de Cultura. Sin embargo, fuera de su reconocible silueta exterior, la iglesia es hoy una gran desconocida no solo para los visitantes de la ciudad, sino para los propios salmantinos. En gran medida, la culpa la tiene que el monumento no cuente con un horario de visitas públicas. Y eso no solo es un inconveniente para el disfrute patrimonial y turístico y la difusión del conocimiento, sino que además contraviene las exigencias fijadas por la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León.
Por este motivo, la Asociación de Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio se dirigió a las administraciones para que se interesaran por la resolución de un problema que viene de años atrás y que afecta a otros monumentos, particularmente el Palacio de Orellana. La respuesta de la Comisión Territorial de Patrimonio se producía de hecho hace ya medio año y, tras estudiar el problema, se exigía a los propietarios de ambos monumentos que solucionaran a la mayor brevedad posible el problema, cosa que no ha ocurrido.
El 1 de junio pasado, el presidente de Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, Jesús María Hernández Mesonero, dirigía sendos escritos al Ayuntamiento de Salamanca y a la Junta de Castilla y León con el fin de poner de manifiesto la situación de incumplimiento de la exigencia de horarios para la visita pública de la iglesia de San Cristóbal, recordando que este complejo se encuentra amparado por la declaración de BIC y asimismo incluido en el catálogo de edificios protegidos de la ciudad de Salamanca (ficha 700, B-073).
Por este motivo, se solicitaba al Ayuntamiento de Salamanca que «se interese por esta circunstancia, a fin de que se establezca un horario de visita pública de acuerdo con la legislación vigente», algo que supondría una importante mejora «en la vida cultural de la ciudad de Salamanca disponiendo sus habitantes y visitantes de otro espacio histórico más al que acceder para su conocimiento y disfrute». Mientras, y dado que la responsabilidad última de este aspecto corresponde a la Junta de Castilla y León, se solicitaba a la Comisión Territorial de Patrimonio a que instara a la propiedad, el Obispado de Salamanca, a que fijara unos horarios para la visita pública.
Tras el análisis de la petición de la asociación ciudadana, el arqueólogo municipal, Carlos Macarro, señalaba el 9 de junio, que si bien el templo perdió su funcionalidad tras la desamortización, fue objeto de una amplia restauración en los años 80 (intervención distinguida incluso con el premio Europa Nostra), por lo que «cabe entender que en la actualidad presenta un estado aceptable que no imposibilita, en principio, su acceso público», dando traslado también de la situación a la Comisión de Patrimonio.
Este organismo, de hecho el máximo responsable en la provincia de la defensa y vigilancia del legado patrimonial, tras analizar la situación también resolvía de manera favorable a la petición de Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio. Así, el jefe del Servicio Territorial de Cultura, Alfonso Domínguez Perrino, remitía al Obispado de Salamanca una solicitud oficial para que la Diócesis cumplimentara el horario de apertura pública que en lo sucesivo deberá tener la iglesia románica.
En este sentido, recuerda que el reglamento para la Protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León establece (artículo 71) que los propietarios de los bienes declarados de interés cultural «tendrán la obligación de facilitar la visita pública» y que en todo caso esta visita «será gratuita durante cuatro días al mes, en días y horarios prefijados».
Por lo tanto, se ha remitido al Obispado la solicitud para que fije qué días abrirá al público San Cristóbal, qué horario tendrá la visita, si tendrá o no coste la entrada para el visitante y, si es así, cuáles serán los cuatro días al mes en los que será posible el acceso de manera gratuita.
Sin embargo, esta resolución fechada en el mes de junio no ha generado hasta ahora respuesta ninguna por parte del Obispado, según Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, que al ser parte personada en el expediente tendría que haber sido informada de cualquier novedad al respecto. Exactamente con la misma fecha y con motivo también de la iniciativa de este colectivo ciudadano, el Servicio Territorial de Cultura remitía a José María Pérez de Herrasti y Narváez una comunicación similar para que los propietarios del Palacio de Orellana fijen un horario de visita para el célebre edificio quinientista de la calle de San Pablo.
En la notificación se contempla un matiz importante para un inmueble cuyo uso nunca ha estado del todo definido, ya que el reglamento regional subraya que si bien la visita a los BIC comprenderá «la contemplación» de estos bienes, quedará excluido en los inmuebles «los lugares o dependencias que no afecten a su condición de declarados de interés cultural, garantizándose en todo caso el respeto a la intimidad personal y familiar».
En el caso del palacio de Orellana, el Servicio Territorial de Cultura recuerda que el inmueble se benefició de una excepción prevista por el propio reglamento, que establece que el régimen de visitas en abierto podrá registrar una dispensa «total o parcial» previa solicitud a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León.
Esta dispensa fue efectivamente concedida el 20 de julio de 2009, momento en el que la propiedad argumento que el palacio se encontraba en pleno proceso de restauración, por lo que no podía garantizarse la seguridad de los visitantes. Sin embargo, la Junta señala que «ya no concurren las circunstancias» que motivaron esta dispensa, por lo que requiere a los propietarios que comuniquen cuáles serán efectivamente los horarios y días en los que será posible para el público acceder al palacio.
Tampoco en este caso se ha producido novedad, por lo que la Asociación de Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio ha lamentado que «no surta efecto alguno una exigencia oficial ante un requisito que está claramente establecido en la propia ley», privando a Salamanca de «dos interesantes atractivos culturales para enriquecer la visita y el estudio de dos momentos constructivos diferentes y muy emblemáticos en la constitución de su ciudad histórica».
Fuente El Norte de Castilla